Acaba de comenzar una serie nueva aqui en Estados Unidos. Se llama “Once Upon a Time”…(ó “Había una vez” en español). Se ve muy prometedora. Se trata de una historia relacionada con todos los cuentos de nuestra niñez y como estos personajes ficticios supuestamentes están atrapados en nuestro mundo hoy en día.
Curiosamente comienza con un espejo, el de Blanca Nieves… Creo que la voy a seguir viendo… a ver que tal.
Hablando de espejos… ¿qué son en realidad?
No son mas que vidrios cubiertos de una superficie pulida al tal grado que con la luz reflejan una imagen, derecha pero invertida (lo googlié en Wikipedia, la verdad!)
Los espejos a ti, ¿te dan miedo? A mi no me dan miedo, sino lo que le sigue.
Es muy chistoso lo que yo siento cuando veo un espejo. Todo depende del día, la hora, la ocasión, la época, el lugar, la luz, mi ánimo.
Por ejemplo, todas las mujeres que me estan leyendo van a coincidir conmigo que ir al probador de una tienda para medirte trajes de baño hacen que el espejo se convierta en un enemigo. Es en serio, yo una vez pedí mentalmente que el espejo fuera en realidad un vidrio y la persona reflejada fuera en realidad otra persona del vestidor de enseguida.. jejeje.
Qué tal verte en el espejo en cuanto despiertas? Sabes exactamente a lo que me refiero. Me imagino que te viste este fin de semana despues de una buena parranda, verdad?
A veces la luz del cuarto, natural o artificial afecta la imagen reflejada. Tambien el verte arreglado antes de ir a una fiesta es muy diferente a verte ya para dormir.
En fin, el espejo es un invento mágico que vino a revolucionar el mundo. Los conquistadores fascinaron a los indígenas americanos con éstos artefactos, y los intecambiaban por oro.
Los espejos tambien se han relacionado con las magias y el mundo desconocido. ¿Qué tan cierto será esto?
Hay creencias en este mundo en el que vivimos en las cuales prohiben que un bebé se vea en un espejo antes de cumplir el año porque todavía está desarrollando su alma. Y de acuerdo a las costumbres y creencias, el espejo puede “robar” el alma del bebé.
Tambien existen las supersticiones que el romper un espejo te da 7 años de mala suerte. Llevo varios espejos rotos. O sea que mi vida ¿fuera maravillosa? Pues ya lo es, ¿o no? hmmm, debo estudiar esto mejor antes de opinar, jajaja!
Me acuerdo tambien de los juegos de “miedo” que acostumbrábamos hacer cuando teníamos los “Piyama Parties” cuando eramos niñas. No entiendo de dónde sacábamos tantas ideas para asustarnos sin chiste!
El juego se trataba de apagar la luz, alumbrar solo con una vela y pararnos todas enfrente del espejo y llamar al “Candyman” 3 veces recitabamos su nombre.. Supuestamente el candyman se nos iba a aparecer como una imagen en el espejo y nos iba a contestar las preguntas de “a quién le gusto?” “¿voy a reprobar el exámen?” y tonterías así.
El “Candyman” nunca se manifestaba, gracias a Dios! Yo creo que no teníamos ni idea de lo que estábamos haciendo. Era una combinación entre inocencia, curiosidad y travesura.
Ahora que estoy grande, se me pone la piel chinita al pensar en los juegos esos. Obviamente que lo sacábamos de películas, o de lo que nos platicaban las hermanas grandes de nuestras amigas. En fin, eso era hace 28 años! No quiero pensar que se les ocurre ahora a nuestros niños con tanta tecnología y medios a su alcance!
Los espejos siempre han estado relacionados con la brujeria, el mal, lo obscuro. Hay varias peliculas en las cuales los espejos son parte esencial de la trama.
Supuestamente podemos ver en los espejos cosas que en realidad no percibimos. Los espejos nos muestran luces, seres o apariciones segun los expertos en la materia de magias. No se, ni quiero saber si es verdad.
Pero si acostumbran en velorios caseros a tapar los espejos de las casas, porque el difunto se puede ver en ellos. (gulp! ya se…)
Es muy chistoso lo que un espejo representa para mi. Es un invento fantástico, útil para tantísimas cosas científicas y electrónicas.
Imagínense la vida sin ellos!
- Miles de mujeres mal maquilladas con las cejas peludas caminando por las calles.
- A la hora de manejar un carro sin espejos, tendríamos más probabilidades de chocar.
- Los dentistas no podrían ver nuestras muelas del juicio.
- Tal vez no existirían los cirujanos plásticos porque ninguno de nosotros sabríamos que defectos físicos propios tenemos.
Y asi, entre otras cosas.
Me pregunto como sería YO sin un espejo. ¿Cómo sabría si me veo bien ó mal? Si estoy bien peinada o no. Si me duele el ojo, ¿cómo me vería que tengo?
¿A quién le confiarías que te dijera cómo te ves? Yo a mi hermana y a mi amiga Blanca. Creo que ellas serían las mas honestas y me dirían siempre la verdad.
Los espejos solo nos dicen como estamos por fuera. Lo físico de nuestro ser, lo estético. Nos conocemos físicamente por ellos (bueno, sin contar la fotografía). Sin ellos no sabríamos con exactitud como somos físicamente. Pues, que suaveee!!! Tal vez seríamos menos duros a la hora de juzgarnos fisicamente. Capaz que yo me creería Demi Moore o algo asi… Chinteguas, los espejos me dicen otra cosa, jajaja!!!
Y nuestra alma y personalidad, ¿cómo la reflejamos? Al vernos en un espejo, podemos ver tambien nuestro interior?
Mas allá de nuestros gestos y físico que nos delatan (lágrimas, risa, palidez, ojeras, etc.) cómo nos sentimos físicamente, siempre se ha dicho que nuestros ojos son el espejo de nuestra alma.
Pero mas que reflejo, yo diría que los ojos son la ventana a nuestro interior. ¿A poco no?
La mirada de cualquier persona te dice lo que pasa.
- Los ojos del indigente que te pidió dinero y pudiste ver el hambre en su mirada.
- Los ojos del adolescente que lo terminó la novia.
- Los ojos de tus hijos el día de Navidad.
- Los ojos de los alumnos cuando le “entienden” al problema de Mate.
- Los ojos de tu pareja cuando le dices “ya no te quiero“.
- Los ojos de cualquier persona en cualquier situación que provoque un sentimiento.
No te olvides de platicar viendo a los ojos. Es la única manera de llegar al interior de las personas.
Espero “reflejarles” mi amor por escribir con estos blogs semana tras semana.
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES.
gina dewar 