La semana pasada me fuí con mis compañeros de oficina a Fort Worth, Texas a un entrenamiento en Bienes Raíces. Fue una experiencia increíble y única. Trabajo con los mejores Realtors de la región y este viaje nos vino a motivar para seguir creciendo. (Gracias por un viaje increible amigos.. Abril, Edgar y Javier) 🙂

Despues les platicaré un poco mas de Buffini (el hombre detras del entrenamiento motivador). Creo que se merece su propio blog. La manera que tiene de ver las cosas me hizo reflexionar que la verdad mucho de lo que predica yo lo hago, pero me falta consistencia. De nada sirve hacerlo ‘a veces’.

Para que el sistema funcione (en cualquier negocio/servicio), debe haber una repetición de buenos actos. No solo un ‘de vez en cuando’, sino un ‘siempre’.

Las historias motivadoras de Buffini y de John O’Leary (con su famoso “I love you, and there is nothing you can do about it!”) era justo lo que necesitaba oir esos días. Despues les platico con mas detalle.

En fin, antes de viajar, uno se prepara para el evento. Días antes uno ve lo que se va a llevar, checas itinerarios para saber los eventos que habrá. Revisas el clima para entonces empacar una ligera chamarra ó no.

Comienzan los nervios de saber como se van a quedar los niños y comienza a surgir el ego de mamá “no la van a hacer sin mi”.  (Claro que sobreviven sin uno pero el hecho de hacerse uno la que todavía hace falta da ánimos como mamá).

Un día antes, teniendo ya confirmado vuelos, hotel, carro rentado y asistencia a las conferencias, me puse a organizar mi bolsa de cosméticos.

NO MANCHEN.

En el fondo pensaba “que verguenza llevar esta bolsa al viaje y que mis compañeros vean que soy una sucia con mis cosas”.

Asi que me puse a acomodar y llevar SOLO LO NECESARIO para maquillarme.

Eran miles de delineadores con la punta quebrada que por floja no arreglo.

Rimeles semi-secos (unos YOUNIQUE y otros SANZUSI).

Lipsticks que me encantan pero que ya casi no tienen y uso la punta de otros delineadores para rasparle lo que le queda adentro.

Rizadores de pestañas que ya ni cierran de las masas de rimel seco que los atora.

Pinzas para las cejas, miles de sombras, espejos quebrados, etc.

Era un caos la verdad.

Decidí llevarme solo UNA cosa de cada una.

Un makeup, Un polvo, Un rubor, Un estuche de sombras tonos café, Un delineador de ojos negro y otro café, Un rimel Sanzuzi y Un rimel YOUNIQUE, Un delineador de boca y 3 lipsticks.

Limpié el rizador con una toallita húmeda, le saqué punta a todos los delineadores.

Revisé que las sombras no estuvieran quebradas y que los lipsticks fueran los mas nuevos.

Llevaba tamaño muestra las cremas limpiadoras de la cara, un cepillo de dientes que se dobla a la mitad, una pastita Crest tamaño mini. Desodorante, cremas y champús tamaño viajeros.

En una bolsa chiquita me cupo todo.

En estos días que me fui, me pude arreglar perfectamente bien con lo poco que llevaba.

Y ahora que he vuelto, veo la maleta gigante de cosméticos que no me llevé y ni caso le he hecho. Me sigo pintando con las pinturas que me llevé al viaje.

No he extrañado nada mas.

Y me puse a pensar que la verdad uno tiene demasiadas cosas en la vida cotidiana que ni usamos.

Veran, pónganse a pensar.

Siempre hay algo en nuestras casas que nunca usamos pero no lo tiramos.

En la alacena de la cocina, estoy segura que si van ahorita encuentran mínimo una cosa que ya expiró, ó que la compraron hace años y no saben ni para que.

En el closet de la ropa, les aseguro que hay prendas que tienen allí colgadas que ya ni siquiera se usan!

Todos tenemos el pantalón para “cuando adelgace”.

Tal vez un traje que ‘todavia me queda’ aunque sea corte anticuado.

O unos zapatos bien gachos pero como te costaron mucho no los quieres tirar.

Aggghh!!

¿Porque nos cuesta tanto trabajo deshacernos de lo que no necesitamos ya?

No hablo de lo material.

Hablo tambien de relaciones que no van a ninguna parte y siguen.

Trabajos que no tienen futuro pero no puedes renunciar.

Necesitamos aprender a ‘dejar ir’ y vivir con lo necesario.

¿Para que quedarnos con lo que estorba?

Mi propósito de este otoño es limpiar mi casa.

No limpiar de usar FABULOSO y trapeador, sino VACIAR mi casa.

No voy a tener piedad de nada.

No voy a decir “awww, este vestido si me va a volver a quedar si dejo de tomar cheve”.

TODO FUERA

Y lo voy a llevar a regalar a Goodwill o a Savers (por si lo extraño voy y lo compro otra vez, jajajaja!).

Es mi nueva meta.

LIMPIAR y VACIAR

Dicen que para que lleguen las cosas buenas, uno debe hacerles campo eliminando de tu vida lo que ya no necesitas.

Le haré campito a unas botas que vi en el internet pues!

Voy a vaciar todo y regalarlo.

Mentira que usamos lo que guardamos.

(Soy enemiga de guardar comida para despues. Mentira que se la comen y termina perdiéndose en el refrigerador).

Así que, ahorita vengo. Voy por bolsas negras de la basura y cajas de cartón.

Liberarte de las cosas te da movimiento y sensación de que hay órden.

Este viaje, ademas de llenarme de fe en mi misma, de conocer mas a mis compañeros de trabajo, de motivarme a seguir adelante sin rajarme, me hizo tambien ver que no necesito TODO para ser feliz.

Se requiere SOLO LO NECESARIO.

Con eso basta.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES. 🙂