No tenía idea de que escribirles hoy. La verdad no se como me ha alcanzado el tiempo, ni como no me he infartado con tantos tropiezos, stress, corredera y demás.

Diciembre es un mes que me encanta. Amo estos días, me gusta traer diamantina en todos lados (hasta en las nalgas, la verdad) gracias a los adornos navideños.

Me gusta hornear, y ahora con la venta de cheesecakes pues no me la acabo. Mi casa huele rico aunque ahorita es un desmother porque estoy cambiando piso y baños.

Me gusta sentir ese frío de aquí tan diferente.

Revisar el WEATHER CHANNEL para ver si le atinan ó no al clima local. Por experiencia se que cuando anuncian lluvia sale el sol, cuando dicen que estará caliente el día nieva.

Las reuniones y posadas estan a la orden del día. Todos los días agendados con reuniones, brindis, fiestas e intercambios.

Comienzas a sentir una cierta melancolía estos días, te entran las ganas de ayudar mas, mandar regalos a orfanatos, auxiliar en albergues, comprar cobijas a los que no tienen como protegerse del frío.

Según tu religión y creencia, comienza una época de preparación. Es tambien una época de hacer un recuento de daños y aciertos.

Analizas tu trabajo. Metas vs Logros. ¿Quedaste a favor ó en contra?

Te ries porque te propusiste bajar 5 kg. y es diciembre y ya solo te faltan 7kg para cumplirlo. Jejeje (caso real, del primo de una amiga).

Te pones a pensar quienes son tus verdaderos amigos. Te cansas de juicios de las personas que no lo son.

Te da un cierto consuelo que exista el “bloqueo” en las redes sociales, para evitar que la gente chismosa vea tu vida porque no tienen una propia.

El café caliente en la mañana a veces salva tu día.

Extrañas tambien aquellas sonrisas cibernéticas que mejoraban todo, pero sabes que no es por falta de cariño la lejanía de tus amistades, sino que porque tambien andan ‘a madre’ estos días.

Stress “bonito”, porque uno escoge andar así.

Pero, hay días en los que todo se te junta.

No te sientes físicamente bien porque llega un momento en que tu cuerpo te dice “Eitale, DESCANSA”.

Se juntan los compromisos de escuela de tus hijos, los proyectos de ciencia, el programita de Navidad, los examenes finales y te estresas por ellos porque les ves la cara de “chinteguas, no quiero reprobar”.

Y hoy, martes, llegué a mi casa a las 4pm.

Tuve un día lleno de actividades, positivas la mayoría pero al final consumen toda tu energía.

Abrimos la casa y olía a gas.

“NO PRENDAN FOCOS! ABRAN VENTANAS! NO FUMEN”. (Fue lo único que se me ocurrió decirle a mis hijos)

Mi corazón palpitaba a mil. Por un momento me dió mucho miedo una tragedia.

Me pude dar cuenta que era una hornilla de la estufa la que estaba abierta. Era poco gas que salía, pero tenía así todo el día.

Abrí toda la casa. Entró el aire congelado pero no me importó.

En unos minutos mas, cuando lo creí prudente, fui a la estufa. Me persigné. Y la prendí para comenzar a cocinar a mis hijos hambreados.

No pasó nada.

Les di de comer, hice unas brownies para mas noche y levanté toda la cocina.

Me aventé a mi cama, de espaldas, como si fuera a caer a una alberca. No prendí la luz.

Me quedé allí, tirada literalmente.

Estaba ya bien oscuro mi cuarto. No se si tenía abiertos ó cerrados los ojos. Alli estaba, sin hacer nada. Me di cuenta de algo maravilloso.

Mi respiración.

Me sentía agitada, tal vez asustada. Tal vez cansada de todo.

Respiré profundamente.

Llené mis pulmones de aire y lo sostuve.

Exhalé de nuevo.

Estuve yo creo unos minutos así.

Fue una maravilla!

En esta correteada vida se me olvida respirar!

Nunca me pongo a pensar en mi respiración (mas que en el gym).

Es quizá lo mas importante que hacemos en el día y no le ponemos mucha atención.

Disfrutaba esos minutos para mi solita cuando tocan la puerta de mi cuarto. Era el Coco, mi hijo.

“Tengo que llevar ropa elegante como de Navidad para mañana. Mi festival es a la 1pm”.

🙂

Respiré profundo de nuevo.

Me levanté para llevarlo a las tiendas rápidamente porque tenía que venir a arreglarme para una fiesta con mis amigas.

La diferencia de no estresarme hasta enfermar fue ese RESPIRO PROFUNDO.

Se los recomiendo.

Hace maravillas.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂

Que la FUERZA los acompañe! (muy emocionada por la próxima película de STAR WARS)