Límites de Hormiga

Iba caminando a mi perrita una mañana. Hacía mucho calor entonces nos sentamos a descansar un ratito en una banca cerca del parque de mi casa.

La Kiara (mi perrita) estaba con la lengua de fuera y creo que yo también. Un arbolito nos daba una ligera sombra y me quedé viendo a la nada.

Me llamó la atención ver una fila de hormigas que se movían uniformemente, tanto de ida como de regreso. Parecía el “freeway” a la hora de mucho tráfico.

Me agaché por una piedra (de esas que manchan. Creo que era ladrillo, jeje). Y pinté una raya en frente de un grupo de las hormigas.

Automáticamente rebotaron y cambiaron de rumbo.

Les pinté otra línea y volvieron a cambiar de rumbo.

Las hormigas no se atrevían a cruzar el límite que les pintaba.

La Kiara las pisaba y decidí que ya era hora de irme antes de que con sus patitas asesinara a toda la población.

En camino de regreso me puse a pensar que las hormigas deben de ser los seres más inteligentes y trabajadores del mundo. No solo eso, sino tienen una unión y una manera de trabajar en equipo que todos deberíamos de imitar.

Lo que mas me llamó la atención fue que ellas respetan mucho los límites. Por su seguridad, por no saber que hay más allá del límite, por perder sus feromonas del nido, o por perder su visión de a donde iban en un principio, no se pasan de sus mismos límites.

Eso deberíamos de hacer todos nosotros, sobre todo con los límites personales.

Los límites personales son importantes por varias razones:

Autorrespeto: Establecer y mantener límites personales es una forma de mostrar respeto por uno mismo. Comunica que te valoras lo suficiente como para proteger tu bienestar físico, emocional y mental.

Relaciones saludables: los límites son esenciales para mantener relaciones saludables. Ayudan a definir los límites y expectativas dentro de una relación, asegurando que ambas partes se sientan seguras y respetadas.

Bienestar emocional: Los límites protegen su bienestar emocional al evitar que otros se aprovechen de tus sentimientos o los manipulen. Te permiten gestionar tus emociones y reacciones de forma eficaz.

Autonomía e Independencia: Los límites promueven la autonomía y la independencia. Te permiten tomar decisiones que se alinean con tus valores y necesidades en lugar de buscar ayuda externa.

Reducción del estrés: cuando estableces y mantienes límites, puedes reducir el estrés evitando situaciones que te causen malestar, resentimiento o traumas.

Comunicación mejorada: Establecer límites requiere habilidades de comunicación efectivas. Fomenta la comunicación abierta y honesta, con mejor comprensión y resolución de conflictos en las relaciones.

Empoderamiento: Establecer límites te permite tomar el control de tu vida y tomar decisiones que sean lo mejor para ti. Te permite afirmarte y decir “no” cuando sea necesario.

Protección contra daños: Los límites te protegen contra daños físicos, emocionales o psicológicos. Crean una línea que otros no deben cruzar, ayudándote a evitar situaciones abusivas o dañinas.

Equilibrio y autocuidado: los límites te ayudan a lograr un equilibrio entre tus responsabilidades, compromisos y bienestar personal. Te permiten priorizar el cuidado personal sin sentirte culpable.

Crecimiento y desarrollo personal: al definir tus límites, te puedes concentrar en el crecimiento y desarrollo personal. Tiene el espacio para explorar tus intereses, perseguir tus objetivos e invertir en la superación personal.

En resumen, los límites personales son cruciales para mantener el respeto por uno mismo, las relaciones saludables, el bienestar emocional y el crecimiento personal. Sirven como escudo protector contra el daño, el estrés y la manipulación y, al mismo tiempo, te permiten tomar decisiones que se alinean con tus valores y necesidades.

Ahora, sobre pasarse del límite de tu saldo en tu cuenta de cheques, bueno, ese es otro blog.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 😊

Balance entre La Vida y La Muerte

Siempre anda uno diciendo que el día debería de tener más de 24 horas porque el tiempo no alcanza.

En mi experiencia de vida, yo estoy casi segura de que, si el día tuviera más horas, no íbamos a ser más productivos, sino que solo usaríamos esas horas para perderlas o usarlas para dormir.

Las horas alcanzan perfectamente si las usamos como debemos.

Creo que así como están los días funcionan porque fisiológicamente estamos ya programados desde la naturaleza a trabajar y descansar como lo hacemos.

Si, claro. Hay días en los que de plano no tienes un minuto de descanso, tienes mil compromisos y a todos vas a cumplir y no sales de una junta de trabajo para entrar a otra.

Es también el tiempo empleado en el camino hacia el trabajo atorado en el trafico de la ciudad donde vives.

A veces los semáforos cambian hasta 4 veces y tu no te mueves del mismo lugar.

No siempre se puede dar uno el lujo de comer en mesa, en forma y sin revisar el celular.

A veces, en el día a día, uno come en el escritorio, llenando sin querer los teclados de la computadora de mendrugos del pan de tu torta que llevaste para comer.

Te bañas rápido, queriendo quedarte en el chorro de agua tibia todo el día. Te medio arreglas y te medio peinas. Medio ves la televisión y medio platicas con tu familia.

Le queremos echar la culpa al tiempo.

Que se va muy rápido; que no alcanza; que vuela; que no dura.

Lo único que hacemos al hacer eso es dejar de disfrutar cada minuto que pasa.

Es increíble como no sabemos cuando va a ser nuestro último minuto. Nuestro último texto, la última foto, la última reunión, el último abrazo.

Cuando una persona joven muere, me lleno de miedo. Mucho mas que de tristeza, mi sentir es de un miedo a no saber cuando me va a tocar a mi morir.

Se que es bueno despertar sin tener la muerte en mente, pero creo que también eso nos hace un poco irreales. Todos vamos a morir, solo que unos antes que otros.

No quiero estar toda preocupada por la muerte. Con preocuparme por la vida tengo.

Pero, ¿Cuál es el balance ideal sobre eso?

Ni puedo andar toda nerviosa por la muerte inevitable, ni puedo vivir como si fuera inmortal.

A veces te dicen que vivas el día como si fuera el último, CARPE DIEM, Seize the Day.

Pero si eso fuera aconsejable y viviera mi día como si fuera el último, todas las noches yo me dormiría con mi cuenta de bancos en ceros; hubiera texteado a todos los que quiero; me cenaría mi comida favorita; acomodaría mi cuarto para que no digan que soy un desastre con mis cosas.

No se cual sea el balance para vivir en paz.

Por lo pronto hoy pensé mucho en la muerte y como sería.

Quiero que sea cuando este muchísimo más vieja.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 😊