Una vez un rappero llamado TUPAC, al cual asesinaron muy joven, dijo “Antes de que te preocupe el que alguien te odie, pregúntate ¿Y por qué me importa?”.
Yo soy una persona que “malamente” toda la vida quiere quedar bien. Me estresa mucho que alguien piense mal de mi y trato de no ser parte de ningún problema, sino siempre los ando solucionado.
Me molesta andar en chismes del pueblo y más cuando no son verdad. Ya sé, que simple. Pero así soy. Si me equivoco, asumo la responsabilidad y si hay que pedir perdón, lo hago.
Pero ¿cómo solucionas que la gente te califique por algo que no eres y no hiciste?
Mis amigos se ríen de mí. Me dicen “si todos te quieren en este mundo, entonces algo no estas haciendo bien”.
Y se me quedó muy marcado.
Es cierto, la gente que habla mal de mi es porque tiene una pobreza enorme en su alma y en su vida personal. Han de estar luchando con demonios de su pasado y es mas fácil culpar a los demás que asumir y ver sus propios problemas para darles solución.
Entiendo.
Pero me choca que por todos lados me lleguen esos rumores o el típico “Ah, orale. Es que pensé que eras muy diferente”.
Con la edad me he retirado de mucha gente, y lo voy a seguir haciendo. Es de lo mas sano. Alejarse de la chusma, diría Doña Florinda.
Me pongo a pensar si todos los cuentos de nuestra niñez han sido solo una versión.
- A lo mejor la Bella Durmiente no se quería despertar.
- Tal vez el lobo feroz no era malo y la Caperucita inventó todo
- A lo mejor la Blanca Nieves era muy mal portada y se escapó a vivir con 7 enanos
- No sabemos si Scar en realidad fue humillado por su hermano mayor.
- A lo mejor Ricitos de Oro solo quería robar en casa de los Ositos
El caso es que cada cuento termina según el que lo cuenta.
Es muy fácil cambiar la historia. Basta con omitir los detalles o agregar a lo sucedido.
Lo más fácil es creer en la historia mas chismosa, la mas polémica.
Cierto, nadie quiere una historia perfecta, donde todo sale bien y no hay buenos y malos.
Esa manera de correr el chisme (me incluyo), de querer saber qué pasó. ¿Y que dijo? ¿Y luego?
Los escritores de novelas y películas saben del hambre que el lector o espectador tiene para el drama y el nudo de la historia.
Han hecho millones en cines y ahora en plataformas en línea con programas que nos mantienen pegados a las pantallas.
“A darle a la gente de que hablar”
En fin, a mis 51 me queda claro, que no todos los que están son… pero tengo bien identificados a quienes SI, quienes SIEMPRE y quienes NUNCA JAMAS.
Asi que, ni modo. Mientras yo sepa la verdadera historia, que todos los demás hagan y deshagan. Han hecho de mi (segun sus versiones) una persona muy interesante y poderosa. Quizá ahora si me vuelva esa calzonuda. Ya me inspiraron.
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 😊

