Diciembre

Diciembre se me hace un mes muy apresurado. Cuando menos pienso, ya es Navidad y como si en automático hubiera hecho todo.

Son fiestas, preparaciones, vueltas y al mismo tiempo es como un tiempo melancólico.

Ir a la ciudad que te vio crecer y reunirte con las amistades con las que te formaste en tu juventud es parte de este mes donde todos regresan a sus familias por las fechas.

Época fría, el aire huele diferente y cada reunión se acompaña por comida de la temporada. Los descorches están a la orden del día, a cualquier hora.

Es un verdadero arte acomodar el calendario para cumplir con tantos compromisos sociales.

Uno gasta mas de lo que se presupuesta porque nunca falta el ‘regalito’ que quieres dar.

Dar y obsequiar cosas materiales es mejor que recibir, y estas épocas se presta para eso.

Los focos, las decoraciones y las canciones navideñas están por todos lados. Los arbolitos y tanto arte que lleva cada guirnalda nos alegran la vista y el alma.

Me gustaría poder juntarme con toda la gente que quiero. No importa si los vi hace 40 años o 40 horas. A veces me llega una necesidad de tener frente a mí a cada uno de los que he conocido, he querido, he hecho enojar, me han hecho daño y me han formado.

Cada vez estamos menos jóvenes y comienzo a ver como gente que quiero se enferma y no me gusta. Lo primero que pienso es “He perdido tiempo”.

No quiero perder más el tiempo pensando en cosas negativas. Quiero disfrutar cada día porque a lo largo de mi vida he encontrado algo porque vivir en cada uno.

A veces me inspira mi trabajo, lo cual puedo casi asegurar que ahorita me encuentro en una plenitud y satisfacción de lo que estoy haciendo y el futuro que tengo junto a mis socios que no me sueltan.

Mi familia todos los días me hacen querer ser mejor persona, comenzando con mis hijos que ya están por irse un tiempo del nido y seguido también de mi hermana y su familia, mi madre que ya no tiene 40 años, pero se cree de 20, y toda la familia extendida de primos, tíos, sobrinos y la reina de todos, mi perrita Kiara.

Diciembre viene a hacerme contar mis bendiciones, a sacudirme para el año que entra, y a recordarme que todo tiene remedio mientras tenga salud.

A veces leo que vivimos en realidades virtuales, en un ‘matrix’ donde cada uno es un personaje luchando por salir adelante en el juego de la vida.

No se si sea eso la realidad, pero por lo pronto, voy a jugar lo mejor que pueda y sepa. Ya se que me puedo sentar a llorar cuando este cansada mientras me levante rápido a seguirle.

Me gusta mi edad, lo que se, lo que he hecho porque puedo todavía volver a empezar proyectos que tal vez nunca intenté de joven.

Diciembre me pone melancólica pero también realista.

Quiero que todos pasen muy felices fiestas en compañía de la gente que los quiere.

Reciban de mi un fuerte abrazo.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 😊

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