No se si es la Luna llena de verano que me trae tan mística, o las hormonas fluctuando por mi edad. A lo mejor es que ya me está dando miedo que lo que deseo se cumple y no estoy acostumbrada.
Sea lo que sea, hubo algo en la semana que me dejó muy pensativa.
Leí lo siguiente:
“A lo mejor la razón por la que no sana uno es porque tenemos la idea que sanar significa volver a ser la persona que éramos antes de que nos dañara la vida”.
Sí, vuelve a leerlo.
Tres veces si es necesario.
Yo me quedé igual.
Todos queremos sanar de algo y creemos que sanar es volver a quedar como si nada nos hubiera pasado.
Les daré un ejemplo (no me pasó, solo es para usar un ejemplo):
Imagínense si me cortara horrible un brazo en un accidente o por no fijarme.
Me comienzo a desangrar. Hay momentos en que pienso que no la voy a hacer.
Decido ir a que me atiendan. Me revisan para ver la gravedad. Me dan antisépticos, me suturan, me ponen una gaza para proteger la herida y me dan las indicaciones para que yo tenga reposo y sane.
Pasa el tiempo y mi herida comienza a sanar. Obviamente la cuido y trato de no hacer nada que pueda abrirla de nuevo.
Comienza mi piel a sanar. Ya casi no me duele.
Pasa mas tiempo y mi piel ya está sana. ¿Quedó como era antes del accidente?
No. Tiene una cicatriz. Con el tiempo, esa cicatriz se va a ir desvaneciendo hasta quedar como una línea rosita.
Pero jamás mi brazo quedará sin ese recuerdo.
Aunque ya no me duela, no me moleste, no se me note mucho, lo maquille. Siempre será mi brazo un antes y un después de esa cortada.
Asi somos todos en cualquier situación.
Nunca olvidaremos aquel regaño de nuestros padres cuando éramos chiquitos.
Tampoco seremos los mismos después de aquella maestra que nos daba miedo en la primaria y la obedecíamos porque nos daba pánico que nos llamara la atención.
Nunca volvemos a ser los mismos después de una traición. Mucho menos después de una muerte cercana.
Todo lo que nos ha pasado va dejando una huella, una cicatriz, que aunque tratemos de disimular y muchos ya no la ven porque nunca supieron que nos pasó algo, sigue allí.
Tenemos que sanar no para volver a ser los mismos antes del daño, sino como nuevas personas.
Lo que nadie nos recuerda es que somos mejores ahorita que antes, porque ya sabemos que podemos sobrevivir a cualquier cosa.
Sanar es sobrevivir el daño. Y eso nos hace mas valiosos.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂
