No me acuerdo donde lo leí, creo que era un artículo en Yahoo! News el cual me llamó mucho la atención:

¿Sabías que nunca vas a ver tu cara al menos que sea en una  fotografía ó reflejada en un espejo?

Como que es obvio, pero al leerlo pensé “Es ciertoooo!” Y me dejó bastante pensativa.

Con razón nuestra percepción de nosotros mismos varía tanto!

Sólo conocemos nuestro propio rostro mediante esas dos maneras!

No es 100% confiable.

¿Cómo es posible que nos juzguemos a veces por lo que sale en una fotografía?

La cámara suele ser cruel. No puedes asumir que lo que ves en una foto sea real, mucho menos hoy en día con tanto Fotoshop.

Tomarte una foto puede ser como lanzar una moneda al aire.

Así como puede ser una foto favorecedora, puede ser algo aterrante que detone un trauma.

Si la foto no tiene la luz correcta, nuestro rostro sale manchado, oscuro, triste.

Si la luz es demasiada, se pierden las facciones y las impresiones de nuestros gestos.

Si para la foto de grupo te toca estar en la orilla, andale, ya sabes, pareces una pared, te ves mucho mas pasado de peso que lo que realmente eres.

En fin, las fotos no deben usarse como una percepción real de como somos en verdad.

Hay personas mas fotogénicas que otras. En fin.

Hace unos días se me rompió mi espejo que uso para maquillarme. No se hizo trizas pero si está rajado y agrietado.

Es de esos espejos redondos donde por un lado tienes el lado de aumento normal y por el otro te ves la cara con un aumento de 15x.

Si, así es, te ves la cara aumentada en 15 vecees.

Como no me gusta verme en el lado quebrado, tengo varios días solo usando el lado del aumento.

😦

Me veo en el espejo y efectivamente, como dice una amiga, Yaravi Carvajal, ese lado del espejo hace que tu cara parezca la de una rata dientona.

Los invito a que lo hagan a la otra que anden en las tiendas, en la parte donde venden el maquillaje, tomen un espejo con bastante aumento y se vean.

Los poros de la piel parecen una fotografía de marte, el planeta rojo, lleno de baches y manchas coloradas.

Los vellos faciales, en unas partes pareces durazno y en otras parecen barbas de chivo.

Los dientes, rajados y descoloridos cuando los ves en aumento.

Las cejas mal depiladas llenas de vellitos negros que a simple vista en el espejo normal no se logran a ver.

Las arrugas en las arrugas, con maquillaje seco y pegado entre cada grieta facial.

Diferentes tonos de piel, poros agrandados y efectivamente, como dice Yaravi, cara de Ratatouille.

Aunque no lo crean, esto ha afectado mucho mi autoestima.

Me comienzo a arreglar viendome en el espejo con el aumento y me empiezo a sentir con la cara de rata.

Eso hace que me ponga mas maquillaje, tape y resane los poros con pastas de color.

Me quito todo el día pelos de la cara con unas pinzas porque no puede ser que sea tan peluda.

Me pongo crema en los labios para evitar que se vean esas grietas y zanjas que corren de la boca a la nariz.

Me pinto los ojos y ya cuando ‘mas o menos’ me veo como rata pero arregladita quedo un poco contenta.

Volteo el espejo por el lado quebrado de aumento normal y me veo ya con mi cara y no la de un  roedor.

Es agotante para la mente.

Ya se, que ridícula, pero si lo hacen se van a sentir ratas.

Me pongo a pensar que toda la vida he visto lo que hago como si usara un AUMENTO para detectar hasta el mas mínimo defecto para bajar mi autoestima.

Es decir, siempre creo que soy perfeccionista.

Tengo que encontrar todo lo malo para tratar de solucionarlo para quedar contenta.

Con poquito que arregle es para mi un avance, una mejoría.

Pero esto tambien me convierte en mi gran enemigo, yo sola me critico lo que hago y soy muy dura conmigo misma.

Necesito voltear el espejo y ver todo normal.

No lamentar los errores y desaciertos.

No tratar que todo salga como lo planeé.

Recordar que todo lo que hacemos es menos peor que lo que vemos.

Todo en esta vida tiene solución.

No criticarnos a nosotros mismos en cada paso que damos porque eso nos cansa y nos retrasa en los avances.

En lugar de ver los desaciertos, concentrarnos en los aciertos.

Entender que no todos los que se dicen “amigos” son en realidad sinceros, sin culparnos por confiar demás.

Saber que habrá gente que nos quiere y gente que no y punto. No pasa nada.

La vida no está magnificada para que vivamos viendo nuestros defectos.

La vida es simplemente magnífica para aplaudirnos nuestros aciertos.

Pero si, que difícil es!

Por lo pronto, tengo que ir a comprarme otro espejo. Ya estuvo bueno estarme viendo tanto defecto físico.

Está bien de vez en cuando ‘checarte’ en el lado con aumento, pero mientras nos veamos pasaderos en el lado normal todo estará bien.

El mundo nos trata como nos vemos a nosotros mismos.

Si sentimos que brillamos es porque es muy probable que estemos deslumbrando  ó mejor dicho, iluminando por donde vamos pasando.

Asi que, ni modo, en aumento soy una rata de dos patas.. Pero en la vida normal, soy yo y creo que les estoy dando mi mejor versión!

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂