El SINDROME del IMPOSTOR

“¡Qué bonito tu collar!”

— “¡Ay, gracias! Me costó super barato, aparte tenía un cupón y estaba en oferta. Es casi gratis”.

“¡Qué guapa eres!”

— “Estas loco tú, ni al caso. Toda arrugada y vieja ya

“Escribes muy bonito”

— “¡Claro que no! Toda pocha y mal escrito mi castellano

Y muchas cosas por el estilo.

Desde siempre me he dado cuenta de que tengo algo que no me permite aceptar mis logros y trato de disculparme cuando algo hago bien. Pensaba que era timidez aceptar que algo lo lograba con mi esfuerzo y dedicación, pero no.

Eso que tengo tiene nombre y es EL SINDROME DEL IMPOSTOR.(Yo digo que lo tengo, pero pues siempre me ando auto diagnosticando como buena hipocondriaca).

Yo no sabía que existía este nombre, ni mucho menos que era para describir lo que padecemos tantas mujeres (porque curiosamente se da el síndrome entre mujeres, mucho mas que en hombres).

Es un fenómeno psicológico entre las mujeres que logran sus objetivos sobre todo en el área laboral y profesional.

No solo es en lo profesional, también en lo personal y en tu área familiar.

¿Cómo saber si alguien que conoces (o tu) tiene este síndrome?

  • Se presiona mucho en cuanto a su trabajo y su imagen, lo que genera dudas en si mismo y falta de confianza en lo que hace.
  • Te dices a ti mismo “Fue suerte lo que me puso aquí.” O “Ya me tocaba” y no aceptas que fue por tu trabajo y tu capacidad.
  • Sientes que si no es perfecto lo que estas haciendo no se merece un reconocimiento.
  • Sacrificas tu bienestar por el trabajo y por los demás.
  • Agotamiento constante tanto físico como mental
  • Sientes que cualquier rato van a descubrir que no eres la gran maravilla y entra tu ansiedad.
  • Dudas de ti mismo
  • Eres perfeccionista
  • Exceso de trabajo siempre
  • Miedo al fracaso
  • Sentir una culpa por alcanzar el éxito.

¿Qué lo ocasiona?

  • El ver a pocas mujeres en puestos claves de empresas incrementa la inseguridad de decir “es que ni al caso que yo pueda con el rol de alta ejecutiva”
  • La sociedad ve normal que una mujer se sienta sumisa y de su lugar a otra persona (especialmente un hombre).
  • Algunos traumas no sanados de la infancia
  • Presiones por los padres a corta edad
  • La pareja sentimental que influye en tu persona

¿Qué hacemos para lograr disminuir el síndrome del impostor?

  • Mide tus hechos, ve lo que haces y ponte a pensar que opinarías si esos logros fueran de otra persona. Cuantifícalos
  • Reconoce lo que haces, valida tus actos y sigue adelante
  • Platica con tus seres queridos de lo que sientes
  • Replantea tus pensamientos, viendo lo positivo de tu día y no lo que te faltó cumplir o hacer.
  • Los mentores te puedes ayudar mucho con consejos y con jalada de orejas.
  • Aprende a celebrar tus logros, publícalos en redes, disfruta de esos elogios y de esos “likes”, sin cuantificarlos porque ese es otro tema. Brinda por lo que vayas logrando, por más pequeño que sea.
  • Vete en el espejo en la mañana y repite “Hoy le gano a la YO de ayer”. Se tú, tu propia competencia.

Es muy difícil decir “Sí, soy muy bueno en lo que hago”, es casi imposible. Es un miedo caer en la soberbia y en el egocentrismo.

Pero es también muy malo decir “Ni se porque me dieron el puesto. Fue suerte o las oraciones de mi mamá”

Eso es el síndrome del impostor… es sentirse que cuando te están elogiando, están hablando de otra persona que no eres tú.

Eso es el IMPOSTOR, el que sientes que te ponen en un lugar donde falsamente perteneces.

Trabajaremos en esto porque no quiero que se me vaya la vida sintiendo que todo lo que he logrado ha sido suerte, oraciones o porque ya me tocaba.

Quiero llegar a muy viejita y decir “¡Ah! ¡Cómo hice cosas bonitas en mi vida!” Y creérmela.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s