Blue Moon… lo azúl de la luna

Una luna azul es un fenómeno que ocurre cuando hay una segunda luna llena en un mes. Se llama luna “azul”, aunque en realidad no parece de color azul.

El término “una vez en una luna azul” se utiliza para describir algo que sucede rara vez o con poca frecuencia.

Ha habido algunos eventos históricos y tradiciones culturales importantes asociados con la aparición de una luna azul. En algunas culturas, se cree que una luna azul es un momento de mayor energía espiritual o significado mágico. Se asocia con rituales, ceremonias y celebraciones.

En términos de acontecimientos históricos, un ejemplo notable ocurrió en 1883, cuando la erupción volcánica del Krakatoa en Indonesia provocó condiciones atmosféricas que dieron lugar a lunas de color azul en todo el mundo. Este raro fenómeno fue documentado por científicos y se considera un acontecimiento importante en el estudio de la óptica lunar.

Una práctica común es reunirse con amigos o familiares y realizar una cena o comida especial para celebrar la ocasión. Algunas personas también utilizan la luna azul como una oportunidad para reflexionar y establecer intenciones para los próximos meses.

En ciertas tradiciones espirituales o paganas, la luna azul se considera un momento poderoso para la magia y la manifestación. Algunas personas pueden realizar rituales o hechizos durante este tiempo para aprovechar la energía de la luna azul y mejorar sus intenciones u objetivos.

En general, las celebraciones o rituales específicos durante una luna azul pueden variar según las creencias personales, los antecedentes culturales y las prácticas individuales.

¿Porqué les escribo de esto?

Porque este 30-31 de agosto, podremos ver una LUNA LLENA AZUL y no está demás aprovechar su luz, su magia, su belleza. Hay canciones, poemas y odas dedicadas a la luna azul y hoy yo le dedico mi blog.

Dicen que la luna no se deja fotografiar y es por eso por lo que no existe una foto donde su belleza sea reflejada como lo es en realidad.

La luna es para verse y admirarse en tiempo real a través de los ojos de uno mismo y no por medio de un lente o una foto que tal vez haga menos su belleza.

Es un fenómeno poco común, ocurre raramente y es por eso que en inglés, el término ONCE IN A BLUE MOON, se refiere a un dicho que se expresa cuando queremos explicar de algo que casi nunca, o rara vez nos sucede.

A mi por ejemplo me ha pasado o me pasa “una vez en luna azul” o como decimos aquí en Spanglish, ‘once in a blue moon’ lo siguiente:

  • Me quedo dormida antes de las 9pm
  • Ver a mis primos de Hermosillo que quiero tanto
  • Tengo un día sin estrés
  • Uso todas mis cremas de noche en un ritual de limpieza
  • Llegan oportunidades de trabajo que se DEBEN de tomar
  • Me la creo cuando me dicen que ‘voy muy bien’
  • Leen las personas que me importan de verdad mi blog
  • Me arrepiento de algo que dije y de algo que no dije
  • Hago mi pastel de NY CHEESECAKE
  • Ahorro para mi vejez
  • Me compro realmente lo que quiero porque me lo merezco
  • Me preguntan cómo estoy de verdad
  • Disfruto un Chardonnay
  • Etc

Ojalá nos pasen cosas muy lindas en esta luna azul que está por llegar.

Yo pienso admirarla, llenarme de su luz curativa y abrir mi mente, alma, corazón y pensamiento a todo lo que la vida quiera darme y también quitarme.

Porque cuando la vida te quita en realidad está haciendo campito para llenarte de cosas mejores.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 😊

Sé una Dama…

No hay nada más bonito que ser mujer. Pero también es cierto que no hay nada más difícil que serlo.

Estuve en una plática para celebrar a las Latinas aquí en San Diego. El nombre de la conferencia se llamó “El Futuro es Latina” y realmente me quedé motivada y pensativa después de escuchar a mujeres de diferentes lugares, niveles de profesión, nacionalidades contar sus historias.

Yo di el taller de “La Importancia de la Marca Personal”, pero creo que este blog no será de eso.

Solo quiero escribir, para que no se me olvide, lo importante que es ser una mujer fuerte. No solo para uno mismo, sino para toda aquella niña o jovencita que nos ve de lejos queriendo imitarnos.

En la última semana conocí a tantas mujeres con un nivel ejecutivo en empresas mundialmente fuertes. No solo mujeres sino latinas que han sobresalido a pesar de haber comenzado desde cero, o a veces, desde menos cero.

Es muy chistoso que uno no ve lo fuerte que es. Siempre, al menos yo, pienso que las mujeres somos muy fuertes porque aguantamos mucho, pero lo digo cuando veo a otra persona que no soy yo.

Es difícil ser mujer porque aun a mis 51 años llego a un evento y saludo a mis conocidas y de repente las noto diferentes, como secas y serias.

Como mujer, lo primero que pienso es “Ya ando en otro chisme”.

Antes me hubiera preocupado mucho. Hubiera querido hablar con ellas y ver que les pasa o que hice para que me desairaran de esa manera.

Ahora la verdad que me hable la que quiera.

Es muy bonito ser mujer, pero es muy cansado. Son un montón de requisitos que tienes que cumplir. Y en el momento que fallas en uno, todos los demás ya no cuentan.

Navegando por Instagram, me topé un video que hace mucho vi, pero nunca lo compartí. Es un poema de Camille Rainville “Be a Lady, they said” (Sé una dama, dijeron). Camille lo escribió en 2017 cuando tenía 22 años. Lo escribe desde el punto de vista de una mujer enojada, furiosa por la inigualdad de género.

Lo narra Cynthia Nixon, mejor conocida como MIRANDA HOBBS de Sex and The City.

Es impactante y lo mas triste es que todo es verdad. Nada es exagerado.

“No seas mandona”, “No te vistas así”, “No seas coqueta”, “No engordes”, “No envejezcas” …

El blog no es de mucho tema profundo. Solo quise desahogarme un poquito.

BE A LADY.. SE UNA DAMA..

Les comparto el video: (Los va a mandar a Youtube porque tiene restricción de edad).

https://youtu.be/c22tr74XuLU

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 😊

FERNANDOMANIA

Los Chicles.

Recuerdo perfectamente andar corriendo en el calor una primavera a principios de los ochenta en el municipio de Suaqui Grande, Sonora. Yo tenía 9 o 10 años y mi hermana tres años menos.

Era una Semana Santa y estábamos con mis primos Dewar disfrutando de las vacaciones. La Fernandomanía estaba en todo su esplendor y presumíamos que era nuestro pariente por lo Valenzuela, aunque la verdad no somos nada.

Estando en uno de los abarrotes donde habíamos ido a comprar unas Coca-Colas para la comida, vimos que vendían unos chicles largos con la foto del Toro Valenzuela.

Sin pensarla, nos gastamos el resto del dinero que nos había sobrado y compramos todos los que encontramos. Nos fuimos corriendo de regreso a la casa de mi Papanino (abuelo paterno) con todas las ganas de decirle a mi papá que habíamos encontrado chicles del Fernando Valenzuela.

Recuerdo que, al morderlo, estaba super macizo y casi me rompía un diente. Eso sí, jamás voy a olvidar su sabor a frutas.

No duraba nada el sabor, pero hasta el día de hoy, 40 años después, es algo que quisiera volver a probar en mi vida.

La Fernandomanía.

¿Porqué le vas a los Dodgers? Me preguntan siempre los de San Diego.

En mi casa siempre se ha visto el beisbol. Desde mis abuelos, mi papá, mis parientes los Mayer y los Soto que han llegado a las grandes ligas de la MLB y mi mamá, que le fascina también. (Antes le iba a los Phillies de Filadelfia porque le gustaba el Pete Rose, aunque lo niegue).

Irle a los Dodgers fue para mi algo natural. Como parte de la vida.

Había tardes enteras que yo me sentaba con mi abuelo Memo a ver el beis. Lo disfrutábamos tanto. Siempre quiso que yo me casara con un jugador de beisbol. No se lo pude cumplir.

Fernando Valenzuela, aquel niño tímido de Etchohuaquila, Sonora vino a revolucionar a todos los mexicanos y la pasión beisbolera en aquellos años.

Tenia 10 años y entendía las jugadas y decisiones de La Sorda. Steve Garvey, Ron Cey, Dusty Baker, Pedro Guerrero, Steve Sax, Bill Russell, Steve Yeager, etc. eran nombres que conocíamos e identificábamos mi hermana y yo.

Las carnes asadas los domingos se convertían en quinielas para ver los juegos de beis.

Era algo tan común y que al mismo tiempo nos gustaba. Mi mamá rezaba el Rosario cuando le faltaba un out al Toro y La Sorda no lo había sacado del juego.

Verlo voltear hacia arriba antes del último lanzamiento para ponchar al bateador y el grito del umpire emocionado “striiiike ouuuuut” era suficiente para que gritáramos.

Eran tiempos sin internet, sin redes sociales, sin manera de comunicarle a todos lo feliz que nos ponía el beis. Era felicidad pura compartida con los que estaban a tu alrededor.

Es por eso por lo que disfruté mucho este fin de semana pasado mi ida al Dodgers Stadium. Era el FERNANDOMANIA WEEKEND, porque por fin retiraron su NUMERO 34 y todo el fin fue festejar al gran Toro Valenzuela.

A nosotros nos tocó que nos dieran una réplica de su anillo y lo pienso guardar para siempre.

Cheers!

Mis hijos y sobrinos por herencia, naturaleza y amor al rey de los deportes le van a los Dodgers. Mi cuñado Sergio ni se diga, al igual que Jose Luis, el papá de mis hijos.

Disfrutamos ver como el Toro sigue haciendo historia. Un ejemplo mas de como un sueño de niño se puede cumplir.

Fue un domingo muy bonito. Buen beisbol, la familia junta, los Dodgers le ganaron a los Rockies y no me morí insolada.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 😊

La Sanada

No se si es la Luna llena de verano que me trae tan mística, o las hormonas fluctuando por mi edad. A lo mejor es que ya me está dando miedo que lo que deseo se cumple y no estoy acostumbrada.

Sea lo que sea, hubo algo en la semana que me dejó muy pensativa.

Leí lo siguiente:

“A lo mejor la razón por la que no sana uno es porque tenemos la idea que sanar significa volver a ser la persona que éramos antes de que nos dañara la vida”.

Sí, vuelve a leerlo.

Tres veces si es necesario.

Yo me quedé igual.

Todos queremos sanar de algo y creemos que sanar es volver a quedar como si nada nos hubiera pasado.

Les daré un ejemplo (no me pasó, solo es para usar un ejemplo):

Imagínense si me cortara horrible un brazo en un accidente o por no fijarme.

Me comienzo a desangrar. Hay momentos en que pienso que no la voy a hacer.

Decido ir a que me atiendan. Me revisan para ver la gravedad. Me dan antisépticos, me suturan, me ponen una gaza para proteger la herida y me dan las indicaciones para que yo tenga reposo y sane.

Pasa el tiempo y mi herida comienza a sanar. Obviamente la cuido y trato de no hacer nada que pueda abrirla de nuevo.

Comienza mi piel a sanar. Ya casi no me duele.

Pasa mas tiempo y mi piel ya está sana. ¿Quedó como era antes del accidente?

No. Tiene una cicatriz. Con el tiempo, esa cicatriz se va a ir desvaneciendo hasta quedar como una línea rosita.

Pero jamás mi brazo quedará sin ese recuerdo.

Aunque ya no me duela, no me moleste, no se me note mucho, lo maquille. Siempre será mi brazo un antes y un después de esa cortada.

Asi somos todos en cualquier situación.

Nunca olvidaremos aquel regaño de nuestros padres cuando éramos chiquitos.

Tampoco seremos los mismos después de aquella maestra que nos daba miedo en la primaria y la obedecíamos porque nos daba pánico que nos llamara la atención.

Nunca volvemos a ser los mismos después de una traición. Mucho menos después de una muerte cercana.

Todo lo que nos ha pasado va dejando una huella, una cicatriz, que aunque tratemos de disimular y muchos ya no la ven porque nunca supieron que nos pasó algo, sigue allí.

Tenemos que sanar no para volver a ser los mismos antes del daño, sino como nuevas personas.

Lo que nadie nos recuerda es que somos mejores ahorita que antes, porque ya sabemos que podemos sobrevivir a cualquier cosa.

Sanar es sobrevivir el daño. Y eso nos hace mas valiosos.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂

¿Y por qué no antes?

He dejado de preguntarme “¿Por qué no lo hice antes?”

Platicando con una amiga llegué a la conclusión que siempre que algo me esta pasando que es muy favorable, me arrepiento de no haberlo hecho antes.

El 1 de agosto cumplimos un año en LA REVISTA BINACIONAL, es decir, se lanzó la plataforma digital binacional que ha tenido un éxito no esperado, al menos no tan pronto.

Un año de trabajar de sol a sol. Un año de días con muchas presiones pero que se hacen tan ligeras porque somos un equipo comprometido a sacar el proyecto adelante.

Había noches en que llegaba a dormir y mis hijos ya estaban acostados. Ni los veía. Mi perrita casi se olvidaba de mí.

Días de aciertos, de juntas productivas y cierres de contratos con clientes importantes nos impulsaban a seguirle.

Todos los días hay mucho trabajo, pero lo disfruto tanto que es para mí una diversión.

¿Por qué no lo hice antes? 

Siempre me ha gustado escribir. Publico semanalmente este blog o periódicamente cosas absurdas en mis redes sociales. Escribir y publicar son mi naturaleza.

¿Qué me faltaba para animarme a lanzar una plataforma binacional con el alcance que ahora tenemos?

No era el momento.

Para todo hay un tiempo.

Hubo tiempo para que yo trabajara en la maquiladora y aprendiera todo lo que hay que aprender de costos de manufactura, incrementando mi capacidad de manejar presupuestos millonarios a lo largo de mi vida.

Hubo un tiempo para dedicarme a ser esposa y madre de dos hijos maravillosos. Tuve la fortuna de poder ser una mamá que se quedaba en casa y estuve siempre presente cuando mis hijos eran pequeños. 

Hubo un tiempo para ser maestra en la escuela de mis hijos donde aprendí de nuevo a ver la vida a través de los ojos de niños de 4 años. Aprendí a resolver problemas como niña de primaria, una vez más.

Hubo un tiempo para lanzarnos con una maquiladora de producto para mascotas, aunque de manera secundaria, puse mi empeño y apoyo incondicional siempre.

Hubo un tiempo para sacar mis licencias de bienes raíces en Texas y en Nuevo México. Aprendí a trabajar con adultos una vez más, aunque eran más problemáticos que los niños de mi escuela.

Hubo un tiempo para poder tomar la decisión de irme a San Diego a vivir. Decidí recordar quien era yo y cuales eran mis capacidades en todos los sentidos.

Hubo un tiempo en el que jugué ser empresaria, emprendedora de productos y comercializadora que no fue exitosa porque NO ERA EL MOMENTO.

Hubo un tiempo para escribir y encontrar amistades nuevas que me sacaron de la depresión natural que traen los cambios fuertes en la vida.

Hubo un tiempo también para tocar fondo en lo profesional y tener que decidir entre darme por vencida o seguir bateando hasta conectar.

Hubo un tiempo para conocer a las personas indicadas que vieron en mi el potencial que muchos no vieron, o que yo escondí porque NO ESTABA LISTA.

Y se llegó el tiempo en el dije SI a una propuesta de proyecto de vida. Sin pensarla, sin dejar la oportunidad que me cayó del cielo y que me daba trabajo entender que era para mí, pero la tomé.

Y ahora estamos aquí, a un año de haber lanzado el proyecto. 4 revistas impresas después, 2 mas en camino, planes de expansión que nunca imaginamos.

Ahora si entiendo porque no lo hice antes. Me faltaba la experiencia de vivir muchas cosas para que nuestro proyecto tuviera éxito. 

FELICIDADES a LA REVISTA BINACIONAL, nuestra revista, tu revista, MI REVISTA.

Un año ya.

Nos vemos el próximo Miércoles ☺️