Hice una limpia total de mi refrigerador.

No porque estuviera muy sucio, sino por lo mismo que estaba muy vacío, pude darme el lujo de ver realmente que había en el.

Ultimamente me da una FLOJERA espantosa ir al mandado. Les juro que si por mi fuera, compraba todo ‘on-line’.

Por eso es que mi refrigerador está vacío ya cuando es hora de ir.

Abrí la puerta y había en la parte de arriba un galón hasta la mitad con leche, un jugo de naranja del Donald Duck, una jarra con te helado. En la segunda repisa había dos tristes huevos en un contenedor de plástico, un yogurt de fresas, una lata de leche de clavel casi vacía y un frasco de mayonesa lite.

En la tercer repisa había una barra de pan con solo las partes de la orilla, dos rebanadas de pizza en aluminio que nadie se comió, unos tupperware con jalapeños, otro con chipotles y uno con frijoles.

En el primer cajón tenía jamón, un paquete con una sola winnie y un paquete de tocino.

En el segundo cajón tenía queso Munchester, gorgonzola, cheesesticks, 2 cream cheeses, queso amarillo para sandwiches y un paquete de queso mozzarela.

En el tercer cajón tenía una bolsa con lechuga y espinacas, dos tomates, 3 naranjas y una cebolla bien fea.

Hasta allí, todo estaba bien, normal. En efecto no había mucho, pero todo se podía usar (menos la cebolla que tiré inmediatamente).

En la parte de la puerta, al mero arriba guardo la mantequilla (2 cuadritos de IMPERIAL y un tambito de la O’lakes con sabor a canela y azucar) .

Y en los demas espacios de la puerta fue donde de verdad me entretuve. Tengo la puerta del refri llena de ‘menjurjes’ como aderezos, mayonesas compuestas, mostazas, salsas para marinar, salsas de cacahuate, de LA GUERRERENSE de Ensenada, salsas chinas y japonesas, mermeladas de todo tipo.

Las comencé a acomodar para que no se vieran todas amontonadas y como que mi subconsiente captó la fecha en un frasco.

Era un aderezo BLEU CHEESE. El frasco estaba a la mitad y vi algo que me aterró. LA FECHA de CADUCIDAD.

No podía creer lo que veía. Había caducado en el verano del 2013, o sea hace 6 meses. 08/17/13.. Eso decía. Y comencé a revisar todos.

Encontré 3 aderezos mas con fecha ya caducada.

Guacala! No lo podía creer. Si hay algo que me ‘friquea’ es eso. Mi única justificación es que últimamente yo hago mis propios aderezos y a mis hijos les encantan porque me quedan muy ricos! Los aderezos de tienda ya casi no nos gustan. Y la verdad se fueron quedando en el refrigerador.

Tiré todos los aderezos. Incluso los que ya les falta poco para caducar y tenían menos de la mitad. Fuera!

Me hizo reflexionar esto acerca de las fechas de caducidad de las cosas. Todo tiene una fecha de caducidad.

Obivamente la comida caduca, pero hay tantas otras cosas en nuestra vida cotidiana que tambien.

• El trabajo tiene fecha de caducidad. Puede que termine nuestro contrato, nuestro interes en la empresa, nuestra función, nuestro talento y nuestras fuerzas.
• Una relación tiene fecha de caducidad. Acaba el amor, el interes, la armonía ó se llega el momento de ‘hasta que la muerte nos separe’. Igual aplica para cualquier relación de trabajo, amistosa, etc.
• Las cosas materiales. Los carros se descomponen, la ropa cambia de moda o te deja de quedar, las casas te quedan grandes ó chicas, la tecnología cambia todos los días.
• Nuestra existencia. Tenemos nuestra fecha en la que ya no estaremos. Habremos caducado.

Yo si creo en que uno debe desechar lo que ya está caducado en nuestras vidas. Lo que no necesitamos se debe de botar.

Vieran que bien me sentí tirar esos 4 frascos de aderezos! Sentí que había hecho una gran limpia y ademas le daba lugar a cosas nuevas!

Fijémonos en la fecha de caducidad de todas las cosas que forman parte de nuestra vida diaria. Las que ya pasaron, a tirarlas!

Las que estan por caducar, prepar nuestro despido de ellas.

Apliquen esta simple tarea. Les puedo asegurar que encontrarán cosas que ya han caducado y solo les está ocupando lugar en sus vidas (o en sus refris!).

Y a disfrutar cada día. Nuestra caducidad no es precisa ni calculable. Nos agarra de sorpresa!

Realmente NADA DURA PARA SIEMPRE.. Ni la felicidad ni la tristeza. Todo tiene una FECHA de CADUCIDAD.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂