Ahora que soy agente de Bienes Raíces en Texas, tengo la oportunidad de ir y conocer muchas casas. Ustedes pueden pensar que me fijo mucho en la casa para darme una idea si le va a gustar ó no a un posible cliente, pero les tengo que confesar que lo que se me queda muy marcado es EL OLOR.

Es tan diferente cada aroma en cada casa.

El “humor” de cada quien, diría mi mamá.

Las casas nuevas todavía guardan el olor de los materiales de construcción.

Otras que huelen a limpio y fresco.

Las sofocadas.

Las que si se encuentran sucias.

Las que huelen a comida.

Curiosamente esta semana le he puesto mucha atención a este sentido.. el OLFATO.

Platicando de manera casual pero muy INTERESANTE, me mencionaron nombres de lociones que tenía rato que no me acordaba a lo que olían. Asi que fui a las tiendas y las pude oler otra vez. Ricas y frescas.

Siempre se me ha hecho muy curioso como el olfatear algo conocido te puede llenar de tantos recuerdos.

La vista y el oído lo puedo entender un poco mas. Pero ¿oler? Es lo que mas memoria puede tener.

Así me pasó ahora que venía manejando el pasado VIERNES SANTO de El Paso a Mexicali. Nos tocó todo el camino nubladito y el campo olía a tierra mojada. Aaah. Tierra mojada. De todas las etapas de mi vida, me transporta hasta mi niñez en Nogales, donde llovía seguido en las tardes de verano. Ese olor era rico porque anunciaba una fresca tarde. Me acuerdo que saboreaba unas conchas compradas en la panadería de la esquina de la colonia.

Despues al ir llegando a Mexicali. Sólo los que han llegado por carro saben de que hablo. Es un olor no muy agradable, pero es como que una combinación de tantos pesticidas en el valle. Es un muy peculiar olor que ya ni molesta. Pero que me hace sonreir porque quiere decir que ya llegué!

Entrando a la ciudad de los miles de asaderos, los olores de carne asada a todo fervor. Huele la ciudad a comida rica! (Qué rico se come en Mexicali, y en todo Baja California!!!)

Llego a casa de mi mami. Abrazo a mis sobrinos y huelen tan rico. Mi hermana y sus cremas. Mi cuñado a limpio. Y mi mamá. El olor de mamá. Que increible es! No puedo explicar si es un sentimiento de nostalgia, de seguridad, de volver a ser niña, de un infinito amor.

Entrar a la casa y oler el ambiente. Estoy en casa de nuevo. Se que mi casa es donde vivo en El Paso, pero es cuando el olfato y los demas sentidos se confunden. No puedes alegar con lo que sientes al oler el lugar donde viviste tanto tiempo. La casa de mi mamá huele  a limpieza, a olorcitos de la pared de esos que conectas. Es tan peculiar el olor y tan nuestro. 🙂

Prender el asador en frente de un río. La leña emitiendo un olor tan diferente al carbón común y corriente. (Ahora si que oliendo a leña de otro hogar!)

Los olores de las carnes que comienzan a cocerse. Los chiles toreados, las salsas tatemadas, las cebollitas caramelizándose. Son una combinación de olores que hasta los puedes probar!

Salen los mosquitos y a ponernos el “FLIT”, como dicen en Sonora. El repelente de mosquitos que tiene un olor tan impregnante. Me recuerda a toda mi niñez y como mi mamá tenía el tino perfecto de echarnos en los ojos el OFF!

Ir a SORIANA con mis hijos y sobrinos y de verdad OLER la comida. (Aparte que fue la locura  poder tomarles fotos para este blog!)

 

La sección de las frutas y verduras, así como la sección de quesos y embutidos tienen olor. La comida HUELE. En las tiendas gringas como ALBERTSONS no huele a nada, lo cual me da pendiente que somos alimentados por comida de “a mentiritas”. Tengo que ir mas seguido al mandado a Cd. Juárez aunque me de flojera cruzar.

En resumidas cuentas mis olores favoritos tendran que ser los siguientes:

• Mi perfume
• La fábrica de mi esposo (huele a menta )
• La gasolina (ya se, muy mal. Pero me encanta el olor)
• El olor a limpio de los hospitales
• El olor a cocoa del bronceador
• El Océano Pacífico (mañana, tarde y noche.. porque es diferente cada vez)
• El café recien colado
• Un buen vino, especialmente un Petite Shiraz ó un fino Chardonnay
• El Vicks
• La sección de perfumes en las tiendas departamentales
• Un bebé recien bañado y encremado
• El olor a plástico de una alberquita de juguete nueva
• El pasto recien cortadito
• Hornear postres con canela
• El shampoo Caprice de fresa
• El Fabuloso morado
• El cabello sintético de las Barbies o My Little Pony
• Afuera de una tienda de donas KRISPY KREME
• Partir limones
• Un carro nuevecito de la agencia
• El agua de coco
• Los chicles de menta
• etc

La sensación de oler puede ser una experiencia de mucho placer que nos haga vagar por el tiempo para recordar cosas bonitas.

Pero tambien, aunque el olor no sea desagradable, puede estar ligado a una experiencia negativa.

Igualmente cabe mencionar que debe haber una razón científica que describa el como una madre sabe a 10 metros, de entre mil bebés, cuando el de ella necesita un cambio de pañal. 🙂

Pero, que pasa cuando alguien pregunta “¿A qué apesta?”.. Muuuuy diferente al “¿A que huele?”

Jejejeje, ¿a poco no? (Causa estres la agresión de la pregunta)

Uno comienza a buscar inmediatamente que puede ser. Y cualquier olor puede ser negativo.

-“¿Cómo a que?”

-“No sé, raro”

Y entonces el sentido del olfato se convierte en un instrumento localizador de algo que no está bien.

Asi que mejor hay que oler rico siempre…. por si beso, por si abrazo y por si acaso.. jejejejeje… 😛

Les mando a todos los que estan leyendo este blog un abrazo desde Mexicali.. y hoy MIERCOLES BLOGGUERO es tambien cumpleaños de mi mami. Tenía mucho tiempo que no pasaba un 23 de abril con ella. HAPPY BIRTHDAY! Te amo con todo mi corazón…

 

 

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES! 🙂