Oficialmente tengo ya 10 días viviendo en San Diego.

Es muy curioso porque todavía no puedo sentir que vivo aquí.

Más bien siento que estoy de vacaciones de verano y que en unas semanas regresaré a El Paso, TX.

Veo el depa amueblado con cosas mías y aún así se siente un poco raro.

Siento raro pero raro padre. 🙂

Poco a poco he encontrado los supermercados de comida mexicana y fruta barata. Chula Vista por el área vieja me recuerda a una calle en El Paso llamada Doniphan donde encuentras todo lo que te puedas imaginar de cosas mexicanas y comida típica. Desde chorizo de puerco hasta tortillas de maíz recien hechas.

Tambien tengo identificada la gasolina barata. Ha sido nuestra tarea desde que llegamos. Somos los “GAS PRICE TRACKERS” de San Diego. (Mis hijos y yo)

El caso es que poco a poco voy acoplándome.

Todas las mañanas al ir a dejar a mis hijos a la escuela quedo impactada por los jardines y las flores que rodean cada calle. Todo es verde en abundancia y las flores son de todos colores.

Esta ciudad es bendecida por un clima perfecto, con una brisa y un rocío matutino que hace que todo tenga vida y parezca un paraíso.

El día de ayer me bajé de mi carro despues de dejar a mis hijos a las 6:45am (entran a las 7am los pobres y siempre nos vamos mega tempranito).

Al bajarme e ir caminando hacia las escaleras que me llevan al 3er piso donde está mi depa, pasé directamente por una telaraña.

Mi corazón se medio infartó casi creo. No puedo explicarles lo que siento cuando sin querer me enredo en una telaraña.

La sentía en mi cara y por lo tanto sentía que tal vez una tarántula estaba en mi cabello.

Me hubieran visto. Papaloteaba las manos en mi cabeza y cara y todo a mi alrededor.

En eso me dí cuenta al voltear hacia arriba que la araña iba ‘a madre‘ trepando por su hilo principal. (Estaba más asustada que yo la pobre).

Trepaba y trepaba bien segura de si misma. Casi creo que iba diciendo “vieja guey que me destruyó mi casa”.

Yo estaba chinita de la piel. Me choca esa sensación de caer en las telarañas. Lo bueno es que de volada la vi.

Ese día me puse a pensar en las arañas y en algo que aprendí cuando me fui de Misiones esta Semana Santa pasada.

Nos platicaban que en el canal Animal Planet de Discovery Channel hubo un documental sobre las arañas.

Estos seres tan inteligentes e increíbles son tejedores profesionales por excelencia. Ninguna máquina logra esos tejidos tan matemáticamente perfectos. La sabia naturaleza que nos sorprende con cosas así nos hace pensar en lo maravilloso que es la vida y sobretodo, que hay un Dios, un ser Supremo creador de todo.

Contaba el Animal Planet que una araña puede tejer las telarañas mas fuertes y perfectas. Son creaciones de hilo muy seguras y resistentes (hasta fueron a llamar otro elefante).

Las arañas las tejen y planean habitar en ellas para esperar que una mosca ó cualquier otro insecto caiga allí para devorarlo.

Estas arañas curiosamente están seguras en sus telarañas. Ellas siempre están prendidas de un hilo que viene de arriba. Este hilo ‘principal’ es lo que las hace sentirse seguras como que nada las puede destruir.

La telaraña puede romperse y destruirse. Puede ser atropellada por alguien como yo, por ejemplo. Lo impactante es que mientras esa araña no se suelte ó no se le reviente el hilo principal sigue estando contenta con su telaraña.

Ahora bien, si la telaraña es perfecta pero la araña rompe su hilo principal del cual está anclada desde arriba, entonces esa araña pierde la confianza y quiere salir corriendo para volver a empezar desde arriba.

La comparación aquí es que ese ‘hilo principal’ para nosotros debe ser Dios, un Ser Grandioso del cual nos agarramos para sentirnos seguros en esta vida.

Si todo en nuestra vida se destruye, se complica, se enferma, se daña, mientras nosotros no nos soltemos de ese hilo principal, de Dios, de nuestra creencia divina, podemos salir adelante, seguros de que seguimos protegidos.

Sin embargo, aunque nuestra vida esté perfecta sin destruir, hilada sin error, limpia pero nuestro hilo principal se rompe, entonces nosotros nos tambaleamos y no podemos estar en paz.

Ese Hilo Principal que nos mantiene fuertes y con esa fe de salir adelante debe mantenerse fuerte e intacto.

Porque aunque creamos tener una vida perfecta, si nuestra relación con algo Superior no existe ni siquiera para dar GRACIAS por la vida, entonces estamos en peligro de caer.

Así que como dice la canción típica, ♫Un elefante se columpiaba, sobre la tela de una araña. Como veía que resistía, fuimos a llamar otro elefante♪

Ese hilo principal RESISTE, aguanta todo lo que le demos a cargar por nosotros. Asi que a agarrarnos de allí y todo saldrá muy bien!

Saludos desdes Chula Vista, California.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂