Las Alitas

Fui a Mexicali hace unos días. Manejé muy a gusto, sola y con el playlist “Música para Limpiar la Casa” en Spotify.

A todo pulmón me fui cantando, pensando y disfrutando el día soleado y ya no tan frío.

Llegué a casa de mi mamá y decidimos pedir comida.

No voy a mencionar lugar para no quemar a nadie, pero pedimos, entre otras cosas, alitas. Últimamente las alas es la única parte del pollo que como. No se porque, es la edad yo creo.

Llegó la comida y todo delicioso.

Las alitas muy ricas, pero… muy chiquitas.

Parecían de pichón.

Yo se que eran de pollo, pero justo allí fue donde capté que vivo en Estados Unidos, el país donde toda la comida está alterada con hormonas.

Estoy acostumbrada ya a las alitas gigantes, jugosas y que apenas puedo.

Son de SUPER POLLOS, o genéticamente alteradas.

Me traumé un poco.

Desde 1993, la misma FDA (Administración de Alimento y Medicamento droga) aprobó el uso de hormonas en el ganado para acelerar su crecimiento y después sacrificarlo para carnes.

Pero desde 1950, los ganaderos en Estados Unidos usan el estradiol que puede tener consecuencias en los humanos, como la llegada prematura de la pubertad en los niños.

Las hormonas en exceso pueden ser causantes de cáncer de mama o de próstata. Si estos se encuentran en productos lácteos o en las carnes, uno no se da cuenta.

Por eso hay tanto cáncer y tanto niño con problemas de desarrollo. Todo esta en lo que comemos.

Por eso también esta la campaña mundial de consumir orgánico, sin pesticidas y sin hormonas. Pero, es muy caro.

Hace unos años hice un blog de lo caro que salía comer sano vs comer en la calle. Por eso todo mundo prefiere hamburguesas de $5 a la ensalada de $15 en una economía donde la gasolina cuesta $5 el galón.

Ese día en Mexicali pude realmente ver la diferencia de una alita con hormona y la normal.

Es como las bubis de silicón vs las bubis naturales. No puedo pensar en una comparación más real.

De la vista nace el amor.

Pero el verdadero amor sano nace cuando te encariñas con lo natural y no lo falso de alguien.

Asi las alitas.

Muy ricas las alteradas con hormonas, pero las consecuencias a la larga pueden ser muy negativas.

Lo iremos viendo cuando nuestros hijos vayan creciendo.

Por ahorita, ya se me antojaron unas lemon pepper wings (que tiene que tengan hormonas). 

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES.

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