Hace un año (casi un año ya), cuando recién comenzó la pandemia y el mundo se puso en alto total, mil cosas se dijeron y millones más pasaron por mi cabeza.
“La sociedad va a cambiar despues de esto”
“Todos unidos como sociedad seremos más empáticos y comprensivos”.
Yo, ingenuamente, si pensaba que el mundo iba a cambiar despues de la sacudida que nos dió esta pandemia (y nos sigue dando). Realmente, se los prometo, yo pensaba que el mundo sería otro. Pero no.
Seguimos siendo los mismos quejumbrosos, antipáticos y egoístas de toda la vida.
¡Qué calor!
¡Qué friazo!.
¡Qué feo!
¡Qué caro!
Ando como loca; no descanso nunca; me desespera; no me comprenden; todos en mi contra siempre; ¡guácala!
De todos nos quejamos. Hablo en plural porque no he conocido una sola persona en este mundo que no se queje de algo.
Del dolor, de la situación económica, de la política, del clima, del Super Bowl, de los aguacates caros, de lo rápido que salen las canas, del tráfico, de los vecinos, de la pareja, de tener que usar mascarillas, de todo.

De lo físico de una persona; si le va bien; si le va mal; de lugares sugeridos; de películas y de una cena a la que fusite invitado. Nada da gusto al 100%.
Yo tambien me quejo mucho, de tonterías pero luego se me olvidan. No me atoro en ellas. Me quejo, nadie me hace caso (ó me ignoran) y se me olvida. Punto final.
No se si estamos viviendo tiempos de mucha comunicación que todos nos sentimos reporteros, expertos y críticos de tal manera que cuando vamos a un lugar, vamos con la tarea de encontrar lo malo de la experiencia y dejamos ir los momentos lindos.
Según los expertos de psicología, hay 5 razones importantes por las que el ser humano se queja:
- LLAMAR LA ATENCION: Existen personas que necesariamente tienen que ser reconocidas y emitiendo quejas logran tener un público simpatizante ó se hacen de enemigos. Muchos influencers y twitteros han llegado a la fama de esa manera tan patética.
- QUITAR LA RESPONSABILIDAD: Es muy fácil quejarse de lo complicado ó difícil que es hacer algo para tener a qué echarle la culpa por no poder. Tambien es muy fácil decir “No puedo con todo yo sola” pero al mismo tiempo no pedimos ayuda. Se hace un círculo vicioso.
- CAUSAR ENVIDIA Y/O ADMIRACION: Quejarse como una persona muy sabionda puede que cause que las personas piensen que eres mucho más inteligente que los demás. Es quejarse pero haciendo hincapié que tú lo hubieras hecho mejor.
- PODER: Las personas que se quejan de la situación actual y comentan como sería si todo fuera diferente les da un cierto poder de grandeza y control, que al final no es más que un juego de palabras.
- PRETEXTOS POR FALLAR: Lo más fácil es decir “ay, choqué porque el sol estaba en mi ojos”. “No hice el trabajo porque mi mamá no me llevó a la papelería”. “Nunca me entero de lo importante de la oficina”
La razón principal de que nos quejamos es que sentimos que hay un abismo grande entre lo que era nuestra expectativa y lo que fue la realidad. Curiosamente sentimos que si nos quejamos y hay gente de acuerdo con nuestras quejas, hemos encontrado un nicho amistoso por tener algo en común.
Quejarse no es todo malo. Nos sirve para expresar una opinión de desagrado y dejar bien dicho lo que pensamos de algo que no nos pareció bueno.
Lo malo es hacerlo ya de manera crónica, por todo, contra todos y a toda hora. Quejarnos no soluciona absolutamente nada.
Lo peor de todo es que hay estudios que han arrojado el resultado de que el hipocampo de nuestro cerebro se reduce de tamaño cuando nos quejamos en exceso.
El hipocampo es el área de nuestro cerebro que trabaja en el resolver problemas y pensar analíticamente.

Así que, ya lo leyeron aquí.
Antes de quejarte, busca lo positivo de la situación, porque si lo único que ves es lo negativo y te quejas con todo mundo, en redes sociales y lo gritas a los cuatro vientos, entonces te vas a quedar con el cerebro de un tamaño muy chiquito. Las neuronas se te van a morir.
(Ahora entiendo a todos los quejumbrosos que conozco. jajajaja).
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂