No me gusta escribir cuando tengo la mente saturada. No cabe duda que nuestros cerebros son unas computadoras que almacenan datos y procesan las ideas de nuestras vidas.
Hay dos sentimientos que me hacen escribir mejor. La tristeza y el enojo.
Sin embargo, rara vez escribo estando así porque todavía no es el momento de que lo haga.
Aun así, como ando de pendientes, me puedo dar cuenta que tengo mente de escritora y que mi imaginación me sorprende innumerables veces.
Venía el domingo ya noche de la oficina (si, cuando uno vende casas no existen los sábados ni domingos, ni los horarios).
Manejaba rumbo a mi casa y claro, no dejaba de pensar en tantas cosas.
El cielo se encontraba despejado, negro en su totalidad. Ni me fijé en la luna porque me llamaba la atención las estrellas gigantes que brillaban. (a lo mejor eran aviones, jejeje!)
Estando en un semáforo en rojo, me le quedé viendo a una estrella hacia la izquierda, hacia el oriente.
Brillaba de una manera diferente a las demás.
La seguía viendo y de repente se desploma dejando una enorme centella. Una estrella fugaz! Tenía mucho tiempo que no veía una.
Lo primero que hice fue pedir un deseo. Un deseo bien difícil que pedí con todas mis fuerzas.
Me emocioné mucho verla! Si pues, así de sensible anda la muchacha.
En mi vida tengo conocidos que han llegado a mi vida como ESTRELLAS FUGACES.
Estan alli, brillantes y pendientes. Y cuando menos lo espero se van, pero me dejan con una centella de sentimientos, enseñanzas y esperanzas. Toda “estrella fugaz” que ha pasado por mi vida me ha dejado un pedacito de ellos.
Me quedé pensando toda la noche en mi deseo.
Tambien me quedé pensando que no cabe duda que tengo la mente de escritora.
Inmediatamente me puse a pensar que haría si mi deseo se cumpliera.
Pfffhhhtthtt!
Sería un cambio a la historia increible.
PLOT TWIST, como se dice en ingles, que quiere decir “cambio inesperado de la trama“.
Y dejaba volar mi imaginación que no tiene fin.
Todo sería diferente.
Qué ilusa! ¿Verdad?
Depositando las esperanzas en un deseo de una estrella fugaz.
Y algo en mi mente no cuadraba.
¿Porqué si lo puedo imaginar no lo puedo hacer realidad?
Tengo en mi mente las historias mas increíbles.
Puedo hacer de un simple día, un día mágico porque tomo lo que brilla y lo transformo en un cuento.
Describo a la perfección de tal manera que te incluyo en la imaginación y hasta sientes que ves lo mismo que yo.
Narro historias, invento cuentos, imagino lo imposible. Y a los villanos de mi vida los reto y me ganan muchas veces pero la historia no termina mal.
Muchas veces confundo la realidad con lo imaginado. De alguna loca manera se revuelven en mi cabeza y decido quedarme con lo mejor. Si la realidad fue triste la convierto en imaginación y “nunca pasó”.
Bueno, despues de confundirlos con lo anterior, y antes de que llamen al MANICOMIO para que vengan por mi, llegué a la conclusión que soy una buena escritora y sin embargo NO PUEDO ESCRIBIR MI VIDA como la imagino.
Comienzo a escribir y siento que se me quiebra la punta del lápiz cuando quiero comenzar un nuevo párrafo.
Y tengo entonces que buscar el sacapuntas para volver a preparar el lápiz.
Y ya que estoy lista para escribir el nuevo capítulo, pues tengo que volver a leer lo escrito antes para no perder la idea de la trama.
Y al regresarme pierdo tiempo.
Al perder tiempo, la pienso mejor y decido no escribir un capítulo nuevo sino tratar de mejorar el que ya escribí.
Y borro unas cosas.
Y las trato de escribir mejor pero el papel queda arrugado.
Entonces me quedo pausada, no sabiendo si le sigo en el papel arrugado y sucio, o de plano voy por otra hoja y comienzo allí.
Tal parece que siempre hay algo que me detiene ó retrasa.
Mi alma y corazón saben lo que voy a escribir.
Mi mente ya visualiza lo que va a ser.
Pero algo siempre pasa y el ‘escribir’ pasa a ser segunda cosa.
Dicen que soy egoísta y solo pienso en mi.
Tal vez por eso no sigo escribiendo la historia de mi vida como la imagino.
No quiero tal vez darle verdad a ese juicio tan duro.
Por lo pronto, esa estrella fugaz que vi un domingo vino a reflejar lo que soy ahorita en esta vida.
Así estoy en la vida de muchos, como una estrella que siempre está.
Pero un día, por la misma naturaleza y no por decisión propia, seré esa estrella fugaz.. y voy a volar y desaparecer.
Dejaré una centella de recuerdos en cada uno.
No olviden pedir sus deseos en lo que dura mi luz.
Porque luego tal vez no vuelva a brillar en el mismo cielo.
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂