Veníamos de regreso de la ciudad de Chihuahua.

El fin de semana fuimos de volada a una boda de un primo político.

Agustin Andreu y Tania Cárdenas se casaron y tuvimos la oportunidad de ver a toda la familia de mi esposo.

Me la pasé muy agusto en una boda tan original como los protagonistas. Las bodas en los ranchos (en este caso EL RANCHO DE ENMEDIO) siempre son muy padres!

Aprovecho para felicitarlos y desearles un matrimonio lleno de amor y PERDON. Todo lo demas sale sobrando. 🙂

Gracias por todo!

Regresando de Chihuahua despues de haber pasado dos días muy agusto, de haber visitado Delicias un rato y de haber llegado a la Ciudad de Chihuahua para cuestiones de mi trabajo, que nos va tocando un tormentón eléctrico.

La verdad aquello era un espectáculo. El cielo en el campo (en este caso la carretera Chihuahua-Cd Juarez) es hermoso y claro. Se siente tan cerca el cielo! (aunque me sigue gustando mas el cielo de El Paso,TX).

Nos llovió fuerte pero padre casi toda la carretera.

Los rayos eran espectaculares y fue fácil tomar fotos.

Todo estaba hermoso hasta que llegamos al centro de la tormenta, ya casi para llegar a El Paso. Hace mucho que no me daba tanto miedo algo. (Ni siquiera el Tower of Terror de California Adventure hace una semana).

No se veía nada (ya había oscurecido). Ibamos en el pickup y la fuerza del aire y agua nos meceaba fuerte. Parecía que ibamos en un barco en una tormenta de mar.

Mi esposo bajó la velocidad y prendió las luces preventivas. No se veía a mas de 1 metro hacia enfrente. No podíamos distinguir si había carro enfrente ó no. A mi me daba mas miedo que nos chocara otro carro por atras a mas velocidad. Los rayos caían literalmente a nuestros costados de la carretera y no podías ver donde estaba la orilla de la misma. Mis hijos callaron y pude ver que iban bien asustados.

Se me hizo eterno aunque tal vez solo fueron un par de minutos. Llegamos a la última caseta en San Jerónimo con el corazón a mil. No vuelvo a viajar de noche (a oscuras pues).

En la poca fila que nos tocó para cruzar a Estados Unidos, vi que había viajado con nosotros una mosca (tal vez la traíamos de pasajera desde el rancho donde fue la boda).

Para volver a hacer plática en el carro a mis hijos que venían totalmente asustados y callados todavía, les pregunté, “¿qué irá a sentir esta MOSCA cuando en unos minutos esté ya en Estados Unidos?”

(Ya se, muy nula mi plática, pero así es mi cerebro).

Nadie opinaba.

“Es que, imagínense. Esta mosca viene de estar comiendo todo el día en puestos de tacos, comiendo comida rica y llena de sabor. Se para en la fruta de verdad . Va a llegar a un país de ‘fast food'”, les decía yo.

“Qué padre ser mosca y poder viajar así!”.. yo seguía con mi entusiasmo en una plática totalmente ni al caso.

(Mis hijos a veces se han de preocupar por mi, jejeje!)

“Mamá, no es padre ser mosca. Viven 17 días”, me dice el Coco (el científico pues).

“Ajá, no está padre ser mosca.”, me dice Luisa Fernanda (como que no de acuerdo con el tema).

“Las moscas tienen una vida muy padre. En esos 17 días ven y disfrutan mas cosas que cualquier persona en toda su vida.”, continuaba yo, tratando de defender mi tema NULO de plática POST TRAUMA DEL HURACAN.

“Qué padre ser mosca y colarte a todos los juegos de los DODGERS”, se entusiasmaba un poco el Coco.

“O andar todo el día con los de One Direction”, dijo Luisa Fda.

Una filosofía muy simple, muy ni al caso, pero llegamos a la conclusión que las moscas se la pasan muy agusto.

Son enfadosas porque por mas que las espantas, vuelven.

Son rápidas y astutas.

No le temen a nada.

Siempre tienen comida.

Todo lo ven.

Vuelan (eso si les envidio)

Nuestra mosca pasajera del viaje, en estos pocos días vivió muchas cosas que ni un humano vive en toda su vida.

Fue a una boda (quizá de las mas divertidas que he ido en mucho tiempo)

Fue “referee” en las discusiones que tuve con mi marido en el carro.

Nos acompañó a Delicias y a casa de una amiga y cliente en Chihuahua.

Fue al Oxxo de la carretera y varias veces la vi tomando de mi café Andatti.

Le tocó ver un espectáculo de tormenta.

Se aventó el noticiero en el radio AM donde hablaban del PIOJO HERRERA y su posible destitución en el TRI.

Me dormí un ratito y se que se acomodó en mi hombro.

Casi muere en el tornado con nosotros.

Hoy está en algun lugar de Estados Unidos (El Paso todavía) y ya no es la mosca, es THE FLY.

Tan importante ha sido que tuvo hasta su propio blog este miércoles. 😛 !

En fin, no cabe duda que soy optimista cuando puedo ver lo maravilloso que es ser mosca.

Mi duda es ¿Entonces porque se nos hace tan complicado vivir como humanos cuando somos mucho mejores que una simple mosca ranchera?

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂