Siempre que paso por el poblado de CIBUTA en Sonora, me río. No se porqué. Tal vez es el nombre tan chistoso. Mis hijos también se rieron al oírlo.
La semana pasada me fui a Hermosillo después de mil años sin ir (bueno, después de 7).
Nos fuimos mis hijos y yo a una fiesta sorpresa de mi tio Rospeña, que en realidad se llama Roberto Ríos Peña, pero siempre le hemos dicho Rospeña mi hermana y yo.
Salimos el miércoles y nos quedamos a dormir en Green Valley, Arizona. El único hotel que había estaba súper caro, pero yo ya no podía manejar hasta Nogales porque la verdad no veo bien de noche y estaba muy cansada.
El jueves temprano cruzamos por Nogales y me metí al pueblo para que mis hijos vieran la escuela primaria a la que fuí en Nogales, Arizona. Vimos la escuela, la iglesia, la casa de la esquina que siempre pensamos que estaba embrujada.
Al cruzar a México por Nogales, Sonora comenzó el caos. Me sentí rara manejando en una ciudad que yo me acuerdo era muy tranquila. Ha crecido tanto! Sin embargo pude ver muchas cosas que me trajeron hermosos recuerdos.
Pasamos por el “MONO BICHI”, una escultura de un hombre totalmente desnudo matando un águila. Es verdaderamente un monumento icónico.
Me tocó verlo bien, detenidamente por primera vez en mi vida. De chiquita nos decían “No vean al Mono Bichi porque se le ve todo” y obendientemente no volteaba.
Pero ahora si. Me detuve y les digo a mis hijos, “Vean al Mono Bichi. No nos dejaban verlo de chiquitas” (Ya se, como cambian los tiempos, jajaja!)
Pues me detuve a ‘viborearlo’. Me decepcionó, la verdad.
No se si el Negrito del Whatsapp me tiene atrofeada la mente con las dimensiones naturales de lo que debe ser un hombre desnudo, pero el Mono Bichi de Nogales, aquel monumento gigante que se postra en la avenida principal de la ciudad donde nací y que era un Taboo verlo, deja mucho que desear. (A lo mejor es porque estaba asustado matando el águila).
Total, pasamos por fin Nogales despues de esquivar el tráfico que pareciera de la Ciudad de México y llegamos al Kilómetro 21 para averiguar si mi carro gringo necesitaba permiso para internarme hasta Hermosillo. Saqué el trámite de turista de mis hijos por unos días y emprendí el viaje ya por México por la carretera Internacional.
Ibamos muy agusto los tres (mis hijos y yo). Buena velocidad, tomando un poco de soda que habíamos comprado en una tiendita y oyendo unos playlists de Spotify en los celulares de mis hijos. Música de todo tipo y cantando a todo pulmón.
En eso, cuando menos pensé y sin haber leído ningún letrero de ‘Precaución’, que me estampo con un tope en la carretera que más bien parecía una barda.
Entrando a Cíbuta se encuentra este tope grosero y peligroso.
¿Se acuerdan del programa Dukes of Hazzard? Ah, pues igual yo. Volamos literalmente varios metros en mi camioneta.
Vimos las maletas botar en la cajuela, mis hijos y yo gritando y en cámara lente veía todos los objetos que traíamos sueltos en el carro flotar.
Al aterrizar a la carretera otra vez, ya saben, mis hijos me regañaron. Pero tambien sabían que era inocente. Es decir, no iba ni chateando, ni usando mi teléfono, ni buscando música ni bobeando.
Realmente el tope de Cíbuta apareció en mi camino de la nada!
Nos reímos mucho ya después del susto.
Este tope me hizo reflexionar mucho acerca de como se deben enfrentar este tipo de obstáculos en la carretera.
Si hubiera frenado de repente, el carro de atrás se me hubiera estrellado en la cajuela. No tenía opción mas que seguirle aunque eso significara salir volando.
Así es la cosa en la vida real. Cuando uno se topa un obstáculo que sale imprevisto, no hay nada mejor que hacer que pasarlo volando.
Claro, lo ideal es bajar la velocidad y agarrarlo ‘de ladito’ para que no pegue nada.
Me dejó marcada ese tope y se me hizo digno de mencionarlo en este blog.
Al regreso del viaje relámpago, sucedieron tantas cosas que creo que de aquí saldrán muchos blogs a futuro.
- El double shot espresso de Starbucks me despertó bien machín.
- No puede ser que en Green Valley, Arizona todo cierren a las 7pm, hasta la Walgreen’s que supuestamente abre 24 horas.
- Todo mundo en Green Valley tiene el pelo plateado de canas. Me sentía bien bebé.
- Nogales me hizo recordar mi infancia y toda la felicidad que la envolvió
- Tener que pagar $5 pesos por 4 cuadritos de papel del baño en las gasolinera
- El dólar como rinde en México!
- Qué difícil es esconderte en Hermosillo para que no se descubra tu presencia y la fiesta sorpresa se logre!
- El susto que me dió mi mamá cuando me dijo que estaban detenidos en Sonoyta porque no traían papeles del carro y me cuelga el teléfono sin explicar.
- Ver a mis primas Alma y Marcela Ríos que amo y adoro.
- El abrazo de mis sobrinos que tenía años sin ver (Estéban, Lalo, Emiliano, Marcelo y a la Victoria), al igual que a los primos Fabián y Jesús
- Visitar a las hermanas de mi papá en sus casas y reírme de todo lo que dicen.
- Volver a ver a mis primos Dewar (Paco, Eme, Bethina) y comprobar que los genes que tenemos son buenos!
- Creo que Sonora si tiene la carne mas rica del mundo (bueno, y la de Texas)
- La gente de Sonora que bonita! Por dentro y por fuera..
- Comer, comer y comer
- Las cervezas artesanales de Mexicali que llevó mi cuñado Sergio!
- Subir el Cerro de la Campana y ver lo grandioso que es Hermosillo y como ha crecido de manera limpia y bonita!
- Comprar coyotas de panocha y que nadie se ofenda por no decir piloncillo
- Reírme como la loca de la regazón de mi prima Bethina al hablar sin conocer.. jajajaja!
- Probar los ‘bullitos’ del Chef Bebo Bernal en El Sonorita! Y la salsa Morita.
- La agonía de mi hermana por su infección en las anginas que necesitaba hospitalizarse pero primero el party!
- Ir al tradicional Xochimilco con el Maloro y Melissa Acosta a probar la deliciosa carne y tortillas sobaqueras!
- Lograr la sorpresa para mis tíos en una fiesta hermosa!
- Ver a mis tías Claudia, Alma, Adela Leal (aunque son casi de mi edad son mis tías). Gracias Adela por tus palabras sobre mi blog. Cada miércoles valdrá la pena publicarlo porque sé que tu me vas a leer. 🙂
- El striptease de mi tía Alma porque todo mundo quería su blusa JLO y la rifó al final!
- Mucho vino todas
- La caída de mi mamá en el zacate y no pude mas que reírme (sorry mami)
- Las pisadas de mi sobrino Esteban. (mi dedo chiquito del pié derecho sigue sufriendo)
- El queso crema de botana de la Sra. Molina es de los mas rico que he probado.
- El cantante que amenizó y remedó a Louis Armstrong
- Lo escondido del lugar del party. Jamás hubiera llegado sola
- Ir en caravana saliendo del party y en un semáforo equivocarte y seguir otro carro que no era de la fiesta por varias cuadras hasta que mi cuñado me rescató. (para que me ponen a mi a seguir pues)
- La segunda caída de mi mamá en la calle de los tacos y no pude mas que ahora si enojarme (porque arrancó el parabrisas de atras de mi carro al caer) jajajaja!
- Abrir regalos en el ‘after’ y que el que yo le di a mi tío haya sido el favorito.
- Dormir en casa de mi tía con todos, como en los viejos tiempos.
- Reunirnos todos para despedirnos en un desayuno buffet y estrellarme con el vidrio pensando que la mesa de mimosas continuaba.
- Llorar y llorar al despedirnos, como toda la vida.
- Sentir feo dejar Hermosillo, una ciudad que yo nunca quise dejar pero que el destino tenía que me iría a Mexicali y mis papás no me dieron opción. Jejeje.
- ¿Porqué el regreso de un viaje es tan deprimente?
- Ahora si frenar en el TOPE DE CIBUTA y pasarlo con cuidado
- No fijarte a la hora de llegar a entregar los permisos y bajar tu carro por la banqueta a media carretera internacional. (creo que estuvo peor que el tope)
- Dar gracias a Dios que mi minivan no se murió en el camino.
- Regresar felices, cansados, paseados y llenos de sonrisas y anécdotas que platicaremos todos los días hasta volver a ver a la familia.
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂
Como disfruto leerte!
Jajajaja!!!! gracias Gerarditooo!! 🙂
Siempre leo lo que escribes !!!
Bien relajante e interesante Gina !!!