Vi un escrito en Instagram y me tomé la libertad de copiarlo y ponerlo en mi Facebook.
No sé porqué me puso a pensar esta imagen. Quizá fué porque es totalmente cierta.
¿Alguna vez has pensado cómo sería tu historia?
¿En qué etapa la empezarías a contar? (¿serías tú mismo el narrador de la historia?)
La historia, dicen, es del que la cuenta. Si no me creen, pregúntenle a todos los escritores de las grandes obras cinematográficas que le han dado su toque especial a historias ‘basadas en hechos reales’.
Es casi ley que cada vez que se cuenta una historia, se cuenta diferente. Se le agregan episiodios, se modifican acciones y se quedan en el olvido otras cosas que quizá hubieran sido clave para que la historia fluyera hacia otro lugar.
En tu historia, obviamente tú como protagonista, ¿serías héroe ó villan@?
Me puse a pensar en la mía, mi historia. Sencilla tal vez para los ojos de cualquier lector pero digna de premios Nobel para mi mente.
Cada día que abrimos los ojos para comenzar la rutina estamos haciendo historia, es un capítulo más.
Imagina que un público te observa (y no hablo de redes sociales porque esas son falsas, se publica solo lo bonito del día).
Pero imagina que tu casa, trabajo, carro es un escenario donde te observan millones de espectadores en el público. Te ven recién despierta, con esos cabellos que no sabes en qué momento se enredaron así.
Te ven prender la cafetera, revisar tu teléfono y checar la agenda para mas ó menos planear el día.
Te ven en la caminata respirando aire fresco. Te ven llorando en la regadera porque te acordaste de algo (del capítulo pasado).
Cada movimiento que hacemos estamos haciendo nuestra historia. Todo se resume a las decisiones que tomamos durante el día.
La buena decisión de tomar agua desde temprano despues del ejercicio y tambien esa mala decisión de comerte los Takis que dejaron en un plato los niños.
La historia se va tejiendo basada en lo que decidimos hacer.
¿Me enojo ó no me enojo?
¿Le digo ó no le digo?
¿Le escribo ó me espero a que él se comunique?
Las coincidencias de la vida me hacen pensar que el público que nos observa se emociona.
No me digan que soy la única que tiene esta mente soñadora. Jajajaja.
No vivo en una fantasía, créanme. Mis problemas, mis tragedias son muy reales y las trato de ocultar lo mejor que puedo.
La edad, tal vez, me ha hecho tan empática a las situaciones de cada persona. No justifico las malas acciones de muchos sino que simplemente los comprendo y los entiendo.
Cuando conocemos personas que tienen una historia enredada y complicada, ¿quién dijo que eramos los jueces ó justicieros de su vida?
Las personas, todas, somos historias.
Hay cuentos de princesas donde la historia nos dice que fueron rescatadas despues de sufrir mucho.
Hay historias que nos tienen en suspenso.
Hay otras historias de terror, donde el protagonista es el antagonista de sí mismo y de todos los que lo rodean.
Las historias de misterio, en las cuales las personas nos ocultan siempre su verdadero sentir y allí anda uno adivinando como ayudarlos.
Historias de comedia, donde la vida de las personas pareciera ser copiada de un programa de televisión con risas grabadas.
Historias de acción, de guerra, de aventura, de drama…
Y hay historias de romance y erotismo, las cuales nos hacen sentir más vivos que nunca.
Nuestra historia se forma de la historia de cada una de las personas que se nos atraviesan en este mundo.
Coincidir con las personas en el mismo tiempo y espacio, de tantos mundos (exactamente como dice la canción) nos indica que iban a ser parte de la historia nuestra.
A veces podemos palpar el cómo las historias de otros influyen en lo que pase en la nuestra.
Si una persona no hubiera tomado una decisión en su vida, quizá esa persona no estuviera en tu historia.
Todos estamos conectados, tal como siempre se ha dicho con el “Six degrees of Separation”, que nos dice que todos estamos conectados con todo el mundo por medio de 6 personas. (O sea estoy a 6 personas de distancia de conocer a Johnny Depp).
Historias, basada en hechos.
Una amiga me comentó “O tal vez leyendas”.
Las leyendas son historias que jamás se podrán comprobar como reales.
Allí me confunde el diccionario. ¿Qué quiero ser? ¿Historia ó leyenda?
Por lo pronto, hagamos de nuestra vida una historia que todos quieran conocer.
Ya despues, cuando no estemos en este mundo, que alguien más se encargue de contarla y nos mantenga vivos en la imaginación de futuras generaciones.
Ven, escribe tu propia historia. No tiene que ser poética ni perfecta.
Y si quieres, yo te ayudo a empezarla.
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂
Es cierto nosotros tenemos nuestra propia historia , nuestros logros, fracasos, tristezas y alegrías de cada día .
Muy acertado, la historia es del que la cuenta. Por eso es bueno escuchar varias versiones, pero lo más importante es que tu propia historia sea de tu agrado 😍😍
Como queremos ser recordados?
De qué manera queremos que se cuente nuestra historia?
Empezamos a actuar como si todos nos estuvieran viendo siempre, eso me gustó!
Muy buena reflexión Gina!
Bonito dia🥰
Me encanto !!!!
Ya quiero escribir!!!
Yo si te acepto la ayuda para empezar a escribirla 😘😘
A empezar!!