Arbol Torcido

¿Alguna vez has pensado porqué hay árboles que crecen derechitos, sin problema? Sin embargo, hay otros que crecen todos chuecos, aún estando enseguida de esos derechitos.

Sí, los factores externos son culpables de cómo crecen. Si el sol le pegaba más ó menos que a los árboles vecinos, si era favorito de ser orinado por los perros, si el clima, etc. Siempre hay pretextos para justificar el porqué un árbol crece torcido.

Pero, tambien tenemos que ver que hay árboles que son menos resistentes a lo que pasa a su alrededor. Se marchitan con facilidad, se secan, se “dan” a los vientos y no aguantan.

Aquí en San Diego, por donde vivo y camino muy seguido, puedo ver los arbolitos que fueron plantados al mismo tiempo hace algunos años. Todos parejitos y bonitos. Salvo uno.

Hay un arbolito que siempre está chiquito, como que lo cambian ó de plano no crece. Y está amarrado a dos palos fuertes para que no se vaya de lado y crezca como sus arbolitos hermanos.

Las ligas que lo sujetan son fuertes pero no lo aprietan. Los jardineros lo cuidan, lo riegan y lo limpian como si fuera un proyecto mandado por el jefe de parques del condado. Me llama la atención el cuidado y el tiempo que le dedican a un arbolito.

Pues claro. No es bonito. Desentona con los jardines espectaculares que hay a mi alrededor. Es un árbol chueco y rebelde. No hace lo que debe de hacer segun todos. Hace lo que quiere. Y tiene muy nerviosos a los diseñadores de jardines de por acá. Aquí donde vivo todo tiene que estar bonito y perfectito (casi creo que miden el grosor del tronco y lo ponen a dieta si está mas grueso).

No sé porqué nací tan observadora ni mucho menos sé para que me puede servir este talento pero ya se me hizo obligación ver como va el arbolito. Todas las mañanas al caminar a la Kiara, mi perrita, lo observo. Me gusta verlo cuando no están todos los jardineros encima de el estudiándolo, cuidándolo ó aseándolo.

No dejo que la Kiara se le acerque porque de seguro lo orina y capaz de que eso lo mata. Ella lo quiere oler y no la dejo. Se ve tan frágil el arbolito enseguida de sus hermanos ya altos y robustos y perfectamente alineados con el zacate y la orilla de la banqueta que me da ternura. Quiero que crezca ó si no lo van a cortar y eliminar y van a transplantar otro para que no haya fallas en lo estético de los jardines.

En la tarde veía unas fotos en la computadora y me salieron unas de bosques y de naturaleza tal cual es. ¡Qué bonito es nuestro mundo natural!

Y ví detenidamente a los arbolitos. De todos tamaños, chuecos y derechos. Altos y bajitos, dando sombra y sólo adornando. En la naturaleza ningún arbolito es feo. Todos son sometidos a factores externos que determinan cómo son físicamente. Los que mueren se convierten en abono para futuros árboles.

En la naturaleza, nadie les dice qué está bien y qué está mal ó feo. Tampoco hay ejército de jardineros ni de diseñadores de áreas verdes que los van a detener con ligas ni con cuerdas para que crezcan bien. Aquí en la naturaleza, todos son libres, crecen como quieren, y todos dan el mismo servicio de purificar nuestro aire.

A lo mejor no somos árboles chuecos. A lo mejor estamos en el lugar equivocado ó rodeados de la gente equivocada que nos dice qué debemos de hacer sin respetar lo que nacimos para ser.

Ok, entiendo, vivimos en una sociedad llena de reglas que debemos de cumplir como tal. Si nos vamos enchuecando, siempre hay quien nos ayuda a ponernos unas ligas ó cuerdas para enderezarnos y seguir estando en cumplimiento con una sociedad que batalla igual que cada uno de nosotros. Rodéate de la gente que te trata de ayudar a enderezar y aléjate de la gente que trae esa hacha en las manos que busca talarte en cuanto ya no sirves, no funcionas ó sobresales a todos los demás.

Ser árbol torcido no es defecto. Es realmente nuestra forma de decir, soy UNICO.

Disfrutar de la naturaleza ya no es uno de mis propósitos para el año nuevo. Tengo mucho tiempo disfrutando de mi alrededor sin tener que proponérmelo. Solo observo y ya. Veo el cielo, el mar, las estrellas y la luna. Las flores, los pajaritos en la mañana en mi ventana y mi perrita en su rutina de tomar el sol para su vitamina D que le dicta la naturaleza.

Lo que nadie nos recuerda es que dentro de toda esa naturaleza que disfrutamos, los más importantes somos nosotros mismos.

Este 2021, disfruta de ti. De ser parte de este mundo y de seguir en el después del 2020. Recuerda, la pandemia no se acaba, el problema sigue. Lo que cambió fue nuestra manera de afrontarlo. Ya sin miedo, ya con cuidados, ya sabemos qué es y cómo es.

Así que árboles chuecos, torcidos ó perfectos, aquí estamos. Un año más que comienza.

¿Borrón y cuenta nueva? NO.

Continuemos todo lo avanzado.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂

3 thoughts on “Arbol Torcido

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