La Correa

Abro la puertita de mi mueble en la cocina, en el compartimiento donde guardo todo lo de mi perrita Kiara y saco la correa rosa.

De donde ande, sale corriendo la Kiara porque ella reconoce que es hora de amarrarse a esa correa y dar el tan esperado paseo por la mañana fresca.

Se lo trato de poner y me tira la mordida para ayudarme, como queriendo morder la cuerda para apurar la salida. Le veo sus ojos emocionados. Ella sabe que esa correa significa salir del lugar en el que se encuentra. Esa correa equivale a ir al mundo exterior del depa donde vive.

Los primeros pasos al salir de mi casa son con ella corriendo con todas sus fuerzas por las escaleras pero yo tengo la correa fija y muy corta, para evitar que se me vaya lejos ó me jale por las escaleras.

Se enoja y me ladra porque yo tardo mucho en bajar, en lo que me acomodo la cachucha para que no me dé el sol y me sujeto los lentes oscuros. Inclusive hay veces en las que tengo que amarrarme los tenis para no tropezar con ellos. Todo esto desespera a mi perrita. Me mordisquea el pantalón para que sigamos con el paseo.

Ella se sabe el camino porque siempre me voy por el mismo lado. Va oliendo todo y va orinando cada plantita que ve. Al llegar a la calle de atrás, le suelto a todo lo que da esa correa. Y ella lo sabe. Ella sabe que ya puede correr y yo me voy medio trotando detrás de ella.

Saca la lengua, sonriendo de felicidad y corre con todas sus fuerzas. Corre con los ojos semi-cerrados porque el viento golpea sus ojitos.

Yo comienzo a caminar menos de prisa y en eso la correa llega a su tope y frena a la perrita. Lleva un chaleco tipo arnés, y así el jalón de correa no le lastima su cuellito tan frágil.

Frena y voltea a verme, casi queriendo reclamarme que le detuve su galopeada. Se regresa a mi y vuelve a salir corriendo, con la seguridad que está amarrada pero libre en ese momento.

A medida que va avanzando el camino, ella corre menos y se va pegadita a mi. Le voy platicando, muchas veces de cómo será mi día y otras veces me sirve de desahogo y le cuento mis secretos.

La correa ya no está larga, está muy corta y mi Kiara camina a mi ritmo. Intenta seguir orinando en todos lados pero ya está vacía. Seguimos así por toda la cuadra hasta volver al depa. No es mucho el tiempo, quizá unos 15 minutos, pero para un Yorkie de 3.5 kgs, es un maratón.

Me llamó la atención el comportamiento de mi Kiara en el parque de los perros. Allí nunca la llevo porque es muy sangrona y peleonera. Me da miedo que muerda a otro perro. No es brava pero no soporta a los perros. Ella solo quiere a los humanos.

Por indicaciones de expertos en mascotas, la Kiara tiene que socializar para que se le quite ese odio a los perritos. Es por eso que la llevo al TOWN CENTER DOG PARK, muy cerca de mi casa.

Al llegar al parque, le quité la correa para que corriera libre. El lugar está completamente cercado y no hay manera que se pueda escapar. Le solté la rienda, como dice la canción.

Caminaba despacio, oliendo todo. Comenzaba a correr poquito cuando de repente capta que no está amarrada y se detiene.

En lo que menos pensé, ella estaba a mi lado y no se movía. Me senté en una banca para verla jugar (si, estoy abueleando con mi perrita). La Kiara no se iba, permanecía pegada a mí. Mordisqueaba la correa que yo estaba sosteniendo en la mano.

Realmente quería estar amarrada. Su seguridad dependía de esa correa.

No lograba entenderlo.

¿Acaso estar amarrada y limitada le da una cierta seguridad?

De eso hablaba hace poco con unos amigos. A veces el estar en el mismo lugar, sin riesgo, amarrados a compromisos nos da seguridad.

Otras veces, seguimos amarrados sin darnos cuenta y comenzamos a correr. Nos creemos tan libres hasta que llega ese jalón y nos frena en seco. Nos deja a medias de nuestra meta y tenemos que avanzar al paso que se nos dicte y no a la velocidad y dirección que deseamos.

Y muchas otras veces, tomamos la decisión de andar sin correa y salimos al mundo real sin ella.

Ese miedo de sentir toda la responsabilidad tuya en tu día a día transtorna un poco. No es fácil una libertad cuando toda la vida estuviste atada con una correa.

Avanzas de manera cautelosa, pisando despacio y avanzando poco. Nos da miedo ir demasiado rápido y perdernos. Nos da miedo no poder ubicar de donde venimos y mejor nos quedamos libres pero quietos.

Las correas fueron creadas para controlar. A la Kiara le controlo el ritmo, el camino, controlo tambien que no se me arranque a la calle a querer morder a un Pitbull. Esa correa puede salvarle la vida y a mi salvarme de una demanda.

Mi Kiara necesita experimentar esa libertad de no traer correa en el parque de perros. Tengo que enseñarle poco a poco a tener confianza de que aunque no esté amarrada a mi, yo estoy cerca de ella y puede brincar a mis brazos cuando quiera.

Lo que voy a tratar de no hacer ya es darle ese tirón cuando ella va corriendo a toda velocidad. Siento que la desequilibro cuando lo hago.

Lo mismo me pasaría a mi. No es un sentimiento agradable que te jalen la correa cuando por fin estás corriendo.

Y tambien tengo que darme cuenta que no tengo correa en mi cuello. Tengo que correr sabiendo que nada me va a detener.

La correa a veces se queda en la mente para sentirnos seguros.

Necesitamos dejar de tenerle miedo a ser libres.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂

JENGA

Jenga. Ese juego de bloques de madera ó de plástico que se acomodan en una torre perfecta de cuatro lados planos. El chiste del juego, que me imagino que conocen bien, es sacar un bloque por turno y colocarlo arriba, sin derrumbarla. Entre más pasa el tiempo, más difícil es lograr que se mantenga de pié.

Uno a uno, tomando turnos. Es una sensación de ser un equipo porque entre todos los jugadores la torre se debe de mantener de pié. Pero es al mismo tiempo una competencia y pierde el que la tumba, el que derrumba todo el esfuerzo de los demás.

El juego es estresante cuando ya va tiempo recorrido. El saber que falta poco para tu turno te hace desear que el que está antes de ti pierda. Es adrenalina, es nervios, es parte de aprender.

¿Qué me enseña a mí y a tí este juego? Muchas más cosas de las que te imaginas.

El JENGA es un excelente juego para desarrollar la habilidad de tomar decisiones. (Observas la torre. Escoges un bloque de abajo y decides donde colocarlo. El bloque que saques es importantísimo. Dónde lo pongas, también.

El JENGA te hace paciente. Te enseña a esperar tu turno. Te hace ser buen amigo para aprender a apoyar a la persona que está colocando el bloque y se aprende a trabajar bajo presión.

Uno a uno se van acomodando los bloques y el juego es divertido mientras sin querer reforzamos habilidades de manera divertida. A mi me gustaba mucho jugar con mis alumnos de kinder (5 años) porque aún no tienen finas sus habilidades motrices pero saben lo que quieren y entienden sobre la importancia de decidir.

El juego es divertido y es perfecto. Puede jugarse solo para ‘practicar’, pero lo mejor es con varias personas.

El jenga es un balance de decisiones para mantener una torre de bloques de pié.

Es por eso que no dejo de comparar el JENGA con la vida diaria.

Todos los días tomanos decisiones que nos van a sostener ó derrumbar. Desde despertar temprano ó quedarse en cama y comenzar el día tarde. Ambas tienen consecuencias tanto positivas como negativas.

Lo que desayunamos, si fuimos al gimnasio, los zapatos que nos pusimos y hasta qué música escuchamos en la radio pueden determinar nuestro derrumbe ó fortaleza en el día.

Lo mismo pasa en las familias. Cuando los hijos son pequeños, los padres son los que manejan esos bloques para sostenerse. Ellos nomás deciden y es fácil comunicarse entre dos personas.

Pero luego, cuando menos piensa uno, los hijos crecen y quieren tambien mover las piezas de la torre familiar. No se si tengan hijos grandes pero el primer shock es cuando no se quieren poner la ropa que les compraste para Navidad ó algún evento.

Es algo tan simple pero es como el ver que pronto tendrán que tomar decisiones junto con los padres y que van a afectar que se tambalee la torre.

Todas las decisiones, desde la más sencilla, tiene un efecto en esa torre de Jenga familiar. Si decide estudiar fuera, si decide tener un novio que no te gusta, si decide hacerse un tatuaje, si decide ya no querer ir a Misa los domingos. Decisiones que causan conflictos, tal vez. Decisiones que aunque sean positivas pone a los padres de familia a sostener la torre mientras ven donde acomodar el bloque.

Todo es perfecto y todo tiene un porqué. Hay bloques que sabes que si los quitas se cae la torre. Otros que sabes que están chuecos pero los ignoras, ‘al cabo que no pasa nada’… hasta que pasa.

Ahora bien, todos jugamos JENGA, ¿de acuerdo? Díganme amigos, ¿qué pasa si una fuerza externa derrumba esa torre?

Un estornudo, un familiar que nomás por molestar decide romper todo, una patada ‘sin querer’ a la mesa.

Se siente horrible. Sientes que todo tu esfuerzo y trabajo por mantener algo unido y de pié es ignorado. Te quedas nomás viendo las piezas, derrumbadas.

Sí, se pierde. Se acaba el juego.

Pero ¿te digo algo?

Hay una magia tambien cuando se vuelve a empezar. Cuando todos en el equipo, familia, se ponen a acomodar las piezas en el molde que darán pié a la torre. Es un sentimiento de “ni modo, volvemos a empezar, no pasa nada”.

Y comienza todo de nuevo. Quizá siendo más cautelosos. Quizá no dejando a lo ajeno acercarse al juego para que no lo vuelva a dañar. Comienzan otra vez los apoyos en cada turno, los consejos de un miembro a otro y los apapachos cuando uno se equivoca y derrumba todo.

“Ni modo, era imposible no tumbarla. Lo hiciste muy bien”.

JENGA, que viene de Swahili KUJENGA, que significa “construir”, es nuestro día a día: en lo familiar, en el trabajo, en ese proyecto, en esa pareja, en ese sueño, en ese plan…

JENGA, ¿Qué tan alto puedes llegar?

Tan alto como lo desees, al cabo que si se te cae todo, borrón y cuenta nueva.

Jenga pieces

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂

Los Quejidos

Hace un año (casi un año ya), cuando recién comenzó la pandemia y el mundo se puso en alto total, mil cosas se dijeron y millones más pasaron por mi cabeza.

“La sociedad va a cambiar despues de esto”

“Todos unidos como sociedad seremos más empáticos y comprensivos”.

Yo, ingenuamente, si pensaba que el mundo iba a cambiar despues de la sacudida que nos dió esta pandemia (y nos sigue dando). Realmente, se los prometo, yo pensaba que el mundo sería otro. Pero no.

Seguimos siendo los mismos quejumbrosos, antipáticos y egoístas de toda la vida.

¡Qué calor!

¡Qué friazo!.

¡Qué feo!

¡Qué caro!

Ando como loca; no descanso nunca; me desespera; no me comprenden; todos en mi contra siempre; ¡guácala!

De todos nos quejamos. Hablo en plural porque no he conocido una sola persona en este mundo que no se queje de algo.

Del dolor, de la situación económica, de la política, del clima, del Super Bowl, de los aguacates caros, de lo rápido que salen las canas, del tráfico, de los vecinos, de la pareja, de tener que usar mascarillas, de todo.

De lo físico de una persona; si le va bien; si le va mal; de lugares sugeridos; de películas y de una cena a la que fusite invitado. Nada da gusto al 100%.

Yo tambien me quejo mucho, de tonterías pero luego se me olvidan. No me atoro en ellas. Me quejo, nadie me hace caso (ó me ignoran) y se me olvida. Punto final.

No se si estamos viviendo tiempos de mucha comunicación que todos nos sentimos reporteros, expertos y críticos de tal manera que cuando vamos a un lugar, vamos con la tarea de encontrar lo malo de la experiencia y dejamos ir los momentos lindos.

Según los expertos de psicología, hay 5 razones importantes por las que el ser humano se queja:

  1. LLAMAR LA ATENCION: Existen personas que necesariamente tienen que ser reconocidas y emitiendo quejas logran tener un público simpatizante ó se hacen de enemigos. Muchos influencers y twitteros han llegado a la fama de esa manera tan patética.
  2. QUITAR LA RESPONSABILIDAD: Es muy fácil quejarse de lo complicado ó difícil que es hacer algo para tener a qué echarle la culpa por no poder. Tambien es muy fácil decir “No puedo con todo yo sola” pero al mismo tiempo no pedimos ayuda. Se hace un círculo vicioso.
  3. CAUSAR ENVIDIA Y/O ADMIRACION: Quejarse como una persona muy sabionda puede que cause que las personas piensen que eres mucho más inteligente que los demás. Es quejarse pero haciendo hincapié que tú lo hubieras hecho mejor.
  4. PODER: Las personas que se quejan de la situación actual y comentan como sería si todo fuera diferente les da un cierto poder de grandeza y control, que al final no es más que un juego de palabras.
  5. PRETEXTOS POR FALLAR: Lo más fácil es decir “ay, choqué porque el sol estaba en mi ojos”. “No hice el trabajo porque mi mamá no me llevó a la papelería”. “Nunca me entero de lo importante de la oficina”

La razón principal de que nos quejamos es que sentimos que hay un abismo grande entre lo que era nuestra expectativa y lo que fue la realidad. Curiosamente sentimos que si nos quejamos y hay gente de acuerdo con nuestras quejas, hemos encontrado un nicho amistoso por tener algo en común.

Quejarse no es todo malo. Nos sirve para expresar una opinión de desagrado y dejar bien dicho lo que pensamos de algo que no nos pareció bueno.

Lo malo es hacerlo ya de manera crónica, por todo, contra todos y a toda hora. Quejarnos no soluciona absolutamente nada.

Lo peor de todo es que hay estudios que han arrojado el resultado de que el hipocampo de nuestro cerebro se reduce de tamaño cuando nos quejamos en exceso.

El hipocampo es el área de nuestro cerebro que trabaja en el resolver problemas y pensar analíticamente.

Así que, ya lo leyeron aquí.

Antes de quejarte, busca lo positivo de la situación, porque si lo único que ves es lo negativo y te quejas con todo mundo, en redes sociales y lo gritas a los cuatro vientos, entonces te vas a quedar con el cerebro de un tamaño muy chiquito. Las neuronas se te van a morir.

(Ahora entiendo a todos los quejumbrosos que conozco. jajajaja).

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂

Si tuviera un changuito haciéndome piojito, no me quejaría jamás

Algunos datos curiosos…

El día de hoy les quiero platicar de algunas teorías que se leen en internet que me ponen a pensar. No sé decirles con exactitud si son reales ó meramente teorías por comprobar. Algunas son divertidas y otras si hacen a uno pensar bien las cosas. (Las letras azules en itálicas son mi opinión personal).

Dicen que:

  1. Si los humanos se mataran los unos a los otros de la misma manera que matamos animales, estaríamos extintos en 17 días. (Me ha hecho pensar mucho esto. Nos la vivimos matando animales todos los días. Para reflexionar este dato).
  2. Los papás de bebés recién nacidos pierden alrededor de 6 meses de sueño los primeros dos años de la vida del niño. (A veces uno no vuelve a dormir. Siempre existe un pendiente, tengan la edad que tengan. De chiquitos para saber si estaban bien. De grandes para ver si llegan bien. Nunca termina la angustia).
  3. Todos conocemos el DEJA VU, pero ¿sabías que hay algo contrario al DEJA VU que se llama JAMAIS VU (jamás visto)? Es cuando experimentas algo que reconoces pero al mismo tiempo se siente totalmente ajeno a ti. (Me explicaba un amigo psicólogo que es como si fueras a tu casa de cuando eras niño pero al entrar sientes que todo es ajeno a ti. No lo reconoces. Entonces tienes un JAMAIS VU. Lo voy a aplicar con gente que molesta, jajaja)
  4. Es más probable que mueras por sentirte solo y con desamor que de sobrepeso. (Me preocupé mucho con este dato. Ya estoy trabajando en lo último, como quiera se baja de peso. Pero no me quiero morir a causa de lo primero, que triste).
  5. Hay teorías que indican que los sueños no son recuerdos sino incidentes en otro tiempo de un universo paralelo. (El sueño es y será lo más incierto en todos los estudios médicos y científicos. Cada vez sacan una cosa nueva).
  6. Cuentan tambien que cuando uno escucha su nombre, son parientes tratando de levantarte de un coma en otro tiempo. (Espero no tener la oportunidad de comprobar si es cierto)
  7. Para morir de sobredosis por fumar mota, tendrías que consumir 1500 libras en 15 minutos. (O sea que es prácticamente imposible morir por una sobredosis de mariguana)
  8. Una persona normal se topa con un asesino en la calle 36 veces en toda su vida. (Me la voy a vivir viendo a los ojos de las personas y mas hoy en día que todos traen cubrebocas).
  9. Aplicar sudor de una axila masculina en los labios de una mujer la ayuda a relajarse, levantar el ánimo y regular su ciclo menstrual. (No, gracias)
  10. El macho araña, para evitar que la hembra se lo coma, la amarra a la hora de tener relaciones. (Me estoy imaginando que de allí salió el bondage en la sexualidad explícita.)
  11. En Suiza los baños públicos tiene luz azúl para que un adicto no encuentre sus venas y no pueda inyectarse. (No creo que sea verdad. Alguien que no tenía nada que escribir lo puso)
  12. Si quieres ir a un lugar pero nadie te quiere acompañar, vete solo. Allá encuentras a gente que le gusta lo mismo que a ti. (Próximamente me voy. Allá encontraré gente)
  13. Hay pichones que son usados para transportar droga de un país a otro. Un solo pichón puede cargar hasta $3000dlls de cocaína. (Lo que no entiendo es como saben para donde volar los pájaros).
  14. El inventor de las papitas Pringles fue enterrado en un ataúd en forma de lata de las mismas. (Ha de haber tenido cuerpo de cilindro el señor. Que en paz descanse).
  15. Cuando un zorro enviuda, se queda soltero para siempre. Si la zorra enviuda, se busca otro de volada. (Con razón la palabra zorra tiene ese signficado. Mas bien debería de usarse ese adjetivo calificativo para mujeres inteligentes).
  16. Dicen que cuando mueres, quedas un rato conciente y te das cuenta que en realidad perdiste la vida. (Esto me daría miedo. Ver que dejo a mis seres queridos).
  17. Cada uno de nosotros está a 6 minutos de morir pero el respirar ‘resetea’ ese tiempo. (Por eso en las noches uno siente que deja de respirar a veces.)
  18. Entre las 3am y 4am es cuando nuestro cuerpo está más débil y nos ‘morimos’. (Ya casi es hora. Me tengo que apurar a escribir).
  19. Los delfines y las ballenas son los únicos animales que se suicidan, al igual que el humano. (¿Qué les puede casuar depresión a estos mamíferos marinos? ¿Cómo se suicidan?)
  20. Hay una enfermedad que de repente dejas de dormir hasta que te mueres. (Traigo síntomas desde hace rato)
  21. Dicen que Illuminate es una organización de los que dominan el mundo. (Busca en Google Illuminate pero al revés).
  22. 24 conejos en 6 años producen una población de 2 millones de conejitos. (Conozco a matrimonios muy parecidos)
  23. Hay una bóveda en el fondo del mar que contiene todas las semillas de toda siembra para en caso de una guerra nuclear el mundo resucite. (Espero que no se les hayan olvidado los espárragos ni las coles de bruselas)
  24. La enfermedad mental es un mito y los que tienen algún problema psiquiátrico son los que ven el mundo como es en realidad y por eso no saben como actuar. (Es lo que ahora la juventud llama “woke” ó “estar despiertos”. Te dicen loco si eres diferente porque ya sabes como funciona el mundo y la sociedad).
  25. Hay 100 cuerpos congelados de personalidades que murieron para revivir si la tecnología avanza lo suficiente. (Yo me quiero congelar si todos los que tengo en una lista se congelan conmigo. Si no, pues que chiste despertar sin tener a nadie en la vida. Luego les paso la lista con los que quiero despertar en un futuro. A ver si están en ella. Es como la lista de Schindler).
  26. La piña es una fruta que te quiere comer de vuelta. Contiene bromelanina, una enzima que come tu lengua. (Con razón nos pegamos esas escaldadas en la boca, y más cuando le pones Tajín).
  27. Hay 20 millones de toneladas de oro en los océanos. (En cuanto me queda bien un traje de buzo, me iré a escarbar en el fondo del Pacífico).
  28. El lago de Natron, en Tanzania, convierte a los animales en piedra si caen en el. (Es como si el lago fuera de la Medusa).
  29. Isaac Newton descubrió la ley de la gravedad a sus 23 años. (Yo a los 23 años me estaba recuperando de la bulimia y pensando que mi mundo se acababa en 1995)
  30. Una cabeza humana queda conciente 20 segundos despues de ser decapitada. (“Ugh, que feos se me ven esos pantalones de lejos”, creo que eso diría en esos 20 segundos que pudiera ver mi cuerpo tirado aparte de mi cabeza).
  31. Los pinguinos se prostituyen a cambio de piedritas. (¿Para qué usarán las piedritas? Pues para lo mismo que hicieron para conseguirlas. Jajajaja..)
  32. Si vendes todos los órganos y químicos de un cuerpo humano, ganas $45millones de dólares. (No estoy dando ideas, pero entonces ese el precio que un cuerpo humano tiene en el mercado negro).
  33. A lo mejor las fobias se basan en la manera que morimos en otra vida, por eso es que nos da miedo cosas que no hemos intentado hacer. (A mi entonces me mató Walther Mercado en otra vida. Le tenía un miedo inexplicable).
  34. La leche de cucaracha es 4 veces mas nutritiva que la leche de vaca. (¿Cómo se ordeñan? ¿Es como si fuera leche de almendras? ¿A quién se le ocurrió? O sea el inventor dijo un día “se me antojan unas Zucaritas con leche de cucaracha” No me explico).
  35. Algunos dicen que el mundo es hueco y existe una civilización rara en el mero centro de ella. (Con razón va a tronar como Ferrero Rocher si se estampa un asteroide en la tierra).
  36. WiFi 5G causa que el virus del coronavirus se acelere y reproduzca (Ni tengo 5G así que no peligro).
  37. La luna es un reflejo y no un cuerpo real. (Ajá, ha de ser un super reflector en una mega pantalla)
  38. Bigfoot existe y lo han visto más de 2032 veces en el estado de Washington. (Me gusta mas la leyenda de la Llorona en México).
  39. Accidentes militares y nucleares en todo el mundo son justificados como que fue “fenómeno natural” (No me extrañaría nada que los tsunamis y terremotos fueran causados por explosiones militares)
  40. El color más oscuro se llama Ventablack. (“Prende la luz. Se ve todo bien ventablack”)

40 teorías, notas curiosas que uno se topa en el internet y pueden ser usados como principios de conversación en cualquier reunión.

Eso sí, unas pueden ser principios de debates y pleitos, así que úsense con cautela.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂