100 días

Me he fijado en Instagram que hay una nueva tendencia ó moda. “100 días de felicidad”, donde tomas una foto de algun momento de tu día por 100 días, y la subes a la red social con sus respectivos #hashtags. Y me encanta verlas! En especial la de Laura Tristan, que tienden a ser muy diferentes cada día, lo cual me hace pensar que naturalmente es una persona feliz. Laurita, muchas gracias!  Van dos días en los que salgo de protagonista en tus #100happydays.

Otros conocidos tambien han puesto sus fotos de ‘momentos de felicidad diaria’. Yo no lo he hecho porque yo creo que no podría escoger un solo momento al día para definirlo.

No es que presuma de mi felicidad, sino que últimamente son muchas las cosas que me ponen tan feliz!  Cosas simples como un cielo bonito, ver un bebé y hacerle caras, un chat interesante, sonrisas 🙂 enviadas ó recibidas, un éxito en el trabajo, ir al box, un mazapan, etc.. y todo esto puede suceder el mismo día!!!  En fin…

happy days

Así que casualmente he oido varias veces el término “100 días”

Y una de las cosas que vi fue un cuento plasmado en el muro de Facebook de Lolis Meza (thanks!). Me detuve a leerlo porque ella no es muy facebookera, así que supe que estaría bueno leerlo.

Un Príncipe soltero decidió casarse. Muchas doncellas trataron de conquistarlo pero ninguna pudo ganárselo porque era muy exigente.

Finalmente una bella joven le dijo: “Soy capaz de hacer lo que ninguna otra mujer haría. Durante 100 días, permaneceré frente al Palacio, sin comida, agua, techo ni cobijas. Si cumplo esta hazaña merezco ser la reina”. El Príncipe dijo  “me parece justo”.

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Después de 20 días el Príncipe se asomó para ver cómo le iba a su futura prometida y desde lejos mostró aprobación con una sonrisa: “Eres tan cumplidora como valiente”.

Pasaron otros 30 días y el soberano se sorprendió al ver que la doncella había bajado de peso, así que para animarla elevó una copa de vino que tenía en la mano y expresó su apoyo: “Muuuy bien, bravoooo!!”.

Al cabo de 90 días, el rey miró por la ventana y notó que la mujer estaba demacrada, esquelética y su cabello era un matojo de greñas alborotadas. Al verla tan decaída, alzó la mano derecha y levantó el pulgar animándola a continuar: “Excelente, sigue adelante, buena mujer”.

Todo el mundo en el pueblo estaba emocionado porque parecía que la damisela iba a cumplir su promesa y pronto tendrían reina.

Después de 99 días y 23 horas la mujer estaba sumamente pálida y era obvio que estaba muy enferma. De repente, sucedió algo inesperado.

Casi sin fuerzas se levantó y se fue del palacio. Nadie podía creer lo que sucedía.

Cuando llegó a la casa, su padre le preguntó angustiado: “¿Hija mía, por qué renunciaste si sólo faltaban unos minutos para convertirte en reina?”

A lo que respondió: “Soporté las peores calamidades, hubo ocasiones en las que sentía morirme de hambre y frío. Esperé 99 días a que el Príncipe se compadeciera y me liberara de esa tortura, sin embargo lo único que hizo fue alentarme a continuar con mi sufrimiento, demostrándome su desconsideración y egoísmo. Una persona así, no merece mi amor” …….

¿A poco no está super padre la historia? (Cualquier parecido a la realidad es coincidencia, jejejeje!)

No se si es muy viejo este cuento, pero yo lo acabo de descubrir y me ha hecho pensar tantas cosas!

¿Qué le costaba al príncipe darle una cobija aunque sea? A lo mejor la doncella hubiera dicho “pues bueno, mínimo se apiadó de mi un ratito”.

Muchas personas estan en una relación porque se refugian en esas pequeñas ‘esperanzas’ de decir “bueno, me va mal pero pudiera estar peor”.

Si te pones a analizarlo, pues que egoista hombre!

Pero quiero aclarar que tambien aplica para las mujeres. Hay “princesas” que tratan mal a sus ‘donceles’. Los hacen sentir que les ‘hacen un favor’ estando con ellos.

No solo se refiere al amor de una pareja, sino para diversas situaciones en nuestra vida! Un jefe, un trabajo denigrante, un amigo abusón, un maestro injusto, un bully.

¿Cuántas veces no escuchamos rituales de “bienvenida” entre la chamacada para pertenecer a un grupo? Las “novatadas” donde hacen pasar a los muchachos por cosas feas, ridículas y muchas veces en contra de su voluntad. Ha habido hasta muertes entre estudiantes de universidades. Aquí las víctimas son esas doncellas y donceles que quieren hacer TODO para pertenecer.

No se cómo ni cuándo se nos vendió la idea de que para lograr cosas buenas en tu vida, debes de ‘aguantarte’ y resignarte a muchas injusticias. Que uno debe “sacrificarse” por los demas, especialmente la pareja y los hijos.

Este cuento es tan tristemente real!

Y no sólo hablo de ser la víctima como la doncella, sino de como tambien podemos ser ese Príncipe egoista y merecedor. Ese ‘príncipe’ ó ‘princesa’ que se aprovecha de la nobleza de la gente a su alrededor para alimentar su egoísmo.

Tal vez sin darnos cuenta maltratamos a los que nos quieren por pensar que merecemos todo, puede ser una palabra mal dicha, el acostumbrarnos a no agradecer, el olvidarnos que no somos el centro del universo.

Tal vez hemos tratado mal a las personas que nos ayudan en la casa, hemos sido groseros con alguna persona de servicio, hemos exigido demás porque “estamos pagando”.

Al final de la historia, todo se centra en el egoísmo… ese estado del ser humano en el que “se llega a amar a uno mismo, con el olvido de todos los demás”.

NO me mal interpreten. Amarse uno mismo es escencial.. lo que no se vale es ‘maltratar’ a los demas porque uno se cree superior y merecedor.

Seamos mas como esa doncella que dijo “YA ESTUVO”…. y seamos un poco menos parecidos al ‘Príncipe”.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES! 🙂

2 thoughts on “100 días

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