Esta semana ha estado tan caótica.
Me asombra mi fuerza y entereza mental (aunque deje mis tarjetas de crédito en el congelador y las reporte extraviadas, se me olvide llevar el ‘refrigerio’ a los juegos de soccer de mi Coco, me suelte llorando a la hora de dormir de tan cansada que me encuentro, etc.)
El trabajo se me vino encima (ó tal vez fue que comienza a dar fruto tanta siembra y es hora de cosechar!).
Partidos de soccer de mi hijo, eventos sociales y de la escuela de mi hija, juntas, clientes, eventos del YOUNIQUE, etc.
Dentro de todo el compromiso de todos tipos que tuve, de alguna manera logré coincidir con mi amiga Chacha Esquer de Mexicali.
Vino a Cd. Juárez a arreglar unos papeles para su hijo Luis, en el Consulado Americano. Ya se la saben, varios días de trámites para un papel. (Claro, ese papel era el futuro de Chacha y su hijo).
Llegué tres horas tarde al encuentro, entre la filota de El Paso a Juarez, el TRAFICO espantoso y el no saber como entrar al maldito hotel. (Me pasaba la entrada y tenía que dar una vuelta kilométrica).
Gracias a Facebook, la Chacha y yo hemos estado en contacto. Esta red social nos ha unido tanto! Me da risa lo que escribe, disfruto su sinceridad y me carcajeo con sus ocurrencias. ES de mis facebookeras favoritas. 🙂
Llego y se que me ha mentado la madre diez mil veces en el día porque no llego. Mi stress era el doble porque la verdad soy la mujer mas puntual que existe. No soporto llegar tarde, así me crió mi madre.
El gusto de vernos y el hambre que traíamos nos hizo abrazarnos con todo el cariño del mundo, de amigas ó primas que nunca se ven.
Mis hijos me acompañaron porque no quise dejarlos solos en viernes (mi marido andaba de viaje). Conocieron a la Chacha y al final me comentaron “como que es nuestra tia, se parece a nuestra familia cuando platica”.. y si, la Chacha es como mi familia.
Nos bajamos al Mall LAS MISIONES de Juarez. Como siempre, yo sin encontrar a donde iba. Me estacioné segun yo en lo mas cercano al restaurant.
Claro que quedaba a la otra punta. Me atacaba de la risa porque los 4 ya traíamos un hambre espantosa!
“Por aquí huele a carne, a seguir el olor”, me decía la Chacha en lo que mis hijos y yo buscabamos el lugar.
Por fin dimos!
La invité a cenar al GREAT AMERICAN LAND & CATTLE, con el nervio que fuera VEGANA. Como siempre de ricos estuvieron unos cortes RIBEYE, con las guarniciones rancheras texanas como fueron la ensalada de col y piña, frijoles rancheros y papa al horno. Una cheve Modelo bien fria y salud!
Se nos fue de volada el tiempo, platicando a medias de mil temas. Los selfies fracasos que al final pudimos subir al FACEBOOK, jajaja. Yo en todas las fotos parezco Muppet.
Platicamos de tantas cosas. De Mexicali, de nuestra juventud, de sus hermanos, de mi familia. De lo bueno que nos ha pasado y de lo malo que hemos superado.
El tiempo se fue volando. No queriamos que se nos hiciera tarde porque ella tenía que volver al hotel con su hijo y su mamá y yo tenía que regresar a El Paso.
Ibamos de regreso y nos habían cerrado ya la SEARS, que fue la tienda por la que entramos.
Otra vez a rodear el mall para encontrar el carro.
“¿Traes el boleto del estacionamiento?”, me pregunta Chacha. “No lo VALIDAMOS en el restaurante”.
El corazón se me fue al piso porque me acuerdo que si tomé el boleto a la entrada, pero no me acordaba donde lo puse.
Metí la mano a mi bolsa y moviendo las cosas vi que estaba alli.
“Lo tengo”, le dije de manera triunfante, “lo pago a la salida”
El frio que hacía en la tarde nos asombraba ya que es plena primavera.
Nos subimos al carro y me voy a la salida, donde pagas el boleto y se levanta una barra para poder salir.
“No vas a poder salir mensa”, me dice la Chacha.
“¿Qué?”, le pregunto no entendiendo porque lo decía.
“Allí dice”, me dijo, apuntando a un letrero que especificaba que el boleto de estacionamiento se pagaban adentro en unas maquinas.
Efectivamente, no hay maquina de monedas ni tarjeta de credito.. Las máquinas solo aceptan el boleto pagado. 😦
“A la maiz!!! Me voy a dar reversa!”, dije volteando al retrovisor y percatando que había 4 carros atras de mi. NO tenía para donde irme.
La cara de la Chacha me daba risa.
Se quería reir pero tambien como que me quería pegar.
“No lo puedo creer”, me decía. “Brincate la banqueta”.
Al final de cuentas, tuve que poner mi van en reversa y hacer señas que tenia que retroceder.
Uno que otro pitaba, y poco a poco se fueron dando cuenta de que la había regado.
Ya que pude dar reversa, me aventé medio kilometro al reves hasta llegar a la puerta del mall. Me bajé corriendo y VALIDE mi boleto.
Por fin pudimos salir.
VALIDAR… es DAR VALOR, dar FIRMEZA, RE-AFIRMAR.
Así fue este encuentro.
Ella venía a Juarez a VALIDAR sus papeles para Luisito.
Lo que no sabía era que tambien VALIDABA una amistad conmigo.
Todo en esta vida requiere a veces ser VALIDADO.
No cuando se dude del valor que algo tiene como una amistad, una relación, un trabajo.
Debemos tomar las cosas diarias como boletos que tenemos que VALIDAR para poder avanzar.
No podemos dar pasos firmes en la vida si pisamos en lo frágil.
VALIDAR amistades para saber que pueden sobrepasar cualquier enfrentamiento.
VALIDAR familia que hace mucho que no ves pero demostrar que siempre estas para ellos.
VALIDAR en el trabajo con fruto y progreso
VALIDAR en tu relación amorosa para que nunca se acabe.
VALIDAR tu boleto antes de tener 4 carros atras de ti.
Esta semana he VALIDADO tantas cosas, casualmente coincidiendo con ese boleto del mall y mi cyber sis, la CHACHA ESQUER..
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂