Yo vendo casas (bueno, hago mi mejor esfuerzo por lograrlo!).
Si hay algo que he aprendido en el negocio es que uno tiene que darle seguimiento a cualquier llamada recibida de un posible cliente.
He aprendido que si uno no regresa un email contestado, no responde a un texto ó whatsapp, ese posible cliente se nos va de las manos.
Si no le das seguimiento al del préstamo, al inspector, al constructor, al de los avalúos, a los de la casa de título, etc, nunca cerrarías un contrato.
Seguimiento… Cuando el médico te da una receta para comprar medicina, te la tienes que tomar como se te indica. Se le da un seguimiento a las instrucciones médicas. El doctor te da un seguimiento para ver como sigues.
Seguimiento… es darle una continuidad a lo empezado para lograr un buen fin.
Seguimiento… una palabra que usamos mucho en el negocio pero no cobró sentido hasta esta semana que pasó.
Nos volvimos a ir de misiones con la Familia Misionera de El Paso, TX.
Nos mandaron a un pueblo llamado Monahans, TX.
La experiencia es inexplicable con palabras.
64 personas, un gimnasio, 4 escusados, 6 regaderas, un comedor amplio y una buena cocina por 9 días consecutivos. Eso sí, todos con la presencia de Dios en nuestros corazones.
Aprendes de nuevo a practicar el don del servicio, de la paciencia, de la tolerancia. Cedes tu tiempo de descanso si ves que alguien necesita ayuda con algo.
El trabajo de equipo se engrandece y la buena vibra salta por todo el lugar.
La buena vibra equivale al amor que sólo Dios puede brindarnos.
Te conviertes en instrumentos de El para llevar su palabra a los que necesitan de una gota de esperanza.
Tal vez piensen que presumo de haber ido.
La verdad es que SI!!
Me siento afortunada de haber tenido la oportunidad de ir a este llamado. No todos tienen la oportunidad de poderse ir y desconectarse para brindarse del todo a la sociedad donde te mandan.
Portar un pañuelo naranja me hace sentir valiosa y que puedo ser útil en ayudar a los demás, poquito ó mucho, pero al final ayudar.
La responsabilidad de llevar ese pañuelo me hacía sentir especial, como que tenía la obligación de tocar corazones de gente olvidada.
El año pasado tambien hice un blog de las Misiones. Este año llego a la misma conclusión, la pobreza del alma es igual en todo el mundo, sin importar si tienes ó no dinero.
Es una semana intensa donde tambien tienes unos momentos de meditación sin distracciones en los cuales te puedes conectar con Dios y sentirlo muy cerca.
Este año, me dieron la oportunidad de ser una de las misioneras que pudieran ir a la cárcel local a visitar a los presos.
Cuando me preguntan los dirigentes de la Misión, Silvia y Toto, si me gustaría ir, sin pensarlo ni dudarlo dije que sí.
Esa noche, después de un día de andar de Misiones todo el día, me acosté en el catre que llevaba. El gimnasio donde dormíamos ya estaba oscuro, en silencio, salvo algunos ruidos de cuerpo (ronquidos jajaja!).
Trataba de cerrar los ojos y dormirme rápido porque la mañana llegaría muy pronto. Me puse a pensar en lo que encontraría ese día con las presas.
¿Nos recibirán? pensaba.
Me trataba de imaginar sus caras, sus celdas usando de comparativo algunas películas de Hollywood.
¿Cuál será la historia de cada una? ¿Nos irán a platicar qué hicieron?
Hubo un momento en el que dudé si yo estaba lo suficientemente preparada para ir a llevarles palabras de esperanza.
Nunca había ido a una cárcel en Estados Unidos, ni de visita ni de huésped (jeje).
Se llegó la hora de ir a visitarlos.
Los puntos de seguridad que teníamos que pasar eran los que esperaba. Me llamó la atención que no podíamos entregarles nada que tuviera ‘grapas’.
¿Qué podrán hacerse con las grapas? Al final del día uno de mis amigos Misioneros me explicó que las usan para hacerse cortaditas y despues hacer lo posible por infectarlas para poder pasar unos días en el área de hospital. Me sonó lógica la explicación.
Cuando entramos, me tocó ir con Julieta y Myriam. Yo iba en plan de guardar silencio y sólo escucharlas. Al entrar y verlas nos presentamos. Al principio no nos hacían caso y poco a poco se fueron acercando.
Yo no podía dejar de ver el interior. Sus caras no eran las que me imaginaba. Todas eran mas bellas.
No voy a platicarles todo lo que sucedió dentro de esa celda porque siento que violaría la confianza y la confidencialidad que creo se merecen.
Lo que si les puedo decir es que pudimos rezar con ellas y nos pidieron que les habláramos de María, la madre de Dios. Dos de ellas eran católicas, las otras cristianas y otras sin denominación de religión.
Les llamaba la atención aprender a rezar el Rosario y nos prometieron rezarlo juntas.
La hora de visita se fue muy rápido. Me molestaba la voz de la guardia… “Tiempo agotado!”, nos gritó.
Nos despedimos de ellas tratando de abrazarlas con la reja de por medio. Las tomamos de la mano y llorando nos agradecieron la visita.
Todos salimos de allí con el corazón apachurrado. Los hombres nos platicaron que los reos estaban allí por cosas simples que se fueron acumulando.
Le pedimos al Padre James (Párroco de Monahans) que si podíamos volver. Nos dijo que haría lo posible.
A partir de esa visita, todo el día anduve pensando en las muchachas de la cárcel.
Pensaba en sus familias, en sus hijos, en su desesperación y claustrofobia de estar encerradas.
Nunca antes se me había ocurrido ir a visitar una cárcel.
¿Porqué?
No tengo idea pero si me dió un poco de tristeza que la sociedad se olvida de los que están encerrados. Como que si no lo veo, no existe. Algo así pasa.
Descubrí que me fue difícil juzgarlas, cosa que me aplaudí porque es muy fácil hoy en día criticar a todo el que no piensa como tu, no se comporta como tu crees que se debe comportar uno, ó que simplemente no tuvo las mismas oportunidades en la vida y se equivocó más veces.
Seguimos con las Misiones y todo era mas bello cada día. Llegaba el momento en el día en que no querías ya regresar a tu casa. Querías permanecer en Misiones, conviviendo, ayudando, rezando y disfrutando la Semana Mayor.
Antes de irnos, el padre James nos avisa que podremos volver el domingo antes de irnos a El Paso, a visitar la cárcel una vez mas.
Me sorprendió el gusto que me dió esa noticia. Volver a verlas!
El domingo, ya para regresar de Monahans, pasamos a la cárcel otra vez. Fuimos Juieta, Tania, Priscilla y yo.
Al llegar, las sorprendimos.
Nosotros nos sorprendimos más al ver que traían colgados sus rosarios en el cuello todas (católicas y no católicas).
Lloraron de felicidad y nos dijeron que ‘nunca pensaron que volveríamos’. ¿Cuánta gente no les habrá prometido cosas y nunca se las cumplieron?
No podía mas que sonreír y pensar que le dimos SEGUIMIENTO a una tarea que comenzamos y la verdad se sentía que habíamos dejado a medias.
Qué importante fué para ellas y para nosotras concluir la visita. Le dimos seguimiento a lo que comenzamos días antes.
Ya no eran las mismas caras que conocimos al principio. Ahora estaban más contentas, más sonrientes.
Se reían mucho mas con lo que decíamos.
Tania les dijo algo que me contestó a MI mis dudas. Les dijo a las mujeres que cuando uno le hacía una pregunta a Dios, El siempre tenía 3 respuestas para todo.
- Sí
- Aún no es tiempo
- Tengo algo mejor para tí
Aprendí tanto con esa visita. Pude ver que no tienes que ser una experta en la religión (yo soy todo menos eso!), ni tienes que ser psicólogo ni trabajador social para poder llevar un poco de paz a la gente que necesita oír cosas bonitas para poder pasar el día.
Aprendí que las personas que están presas son personas que en su vida les faltó amor, les faltó oportunidad, les ganó el miedo, se les hizo fácil…. se soltaron de Dios.
Regreso plenamente llena de luz a continuar mi rutina, a empacar el pasado y recibir el futuro lista con todo el optimismo posible.
Irte de Misiones es verdaderamente la mejor manera de pasar la Semana Santa. Estamos eternamente agradecidos (el Coco mi hijo y yo) con todas las familias que estuvieron conmigo:
- Los Bayona y su liderazgo ejemplar con esos pañuelos verdes en el cuello
- Los Perez que fueron los misioneros peregrinos y nos visitaron un ratito
- Los Apodaca y su voluntad llena de sonrisas
- Los Hinojos y su trabajo incondicional
- Los Narvaez y su organización
- Los Díaz y su motivación llena de energía
- Los Peraza y su entusiasmo para integrarnos
- Los Moreno y su amor de padres
- Los Seade y sus chistes que nos hicieron reir tanto.
- Los Garibay y su fe infinita entre los aplausos calurosos
- Los Alonso y su voces celestiales
- Las Escobar y su dedicación
- Los Sepúlveda y su amor a la religión
- Los Cárdenas y su amor a Dios íntegro
- Los Vargas y su paz
- Los Orozco y su entrega al tocar casa por casa
- Flor González y su fuerza
- Don Jorge y su gran sentido del humor
- Lupita la Misionera adoptada de Monahans
- Y el Padre José María Antón que volvió desde Roma a acompañarnos una vez más para llenarnos de luz espiritual ! ❤
Si Dios quiere, el próximo año tambien nos vamos de Misiones… es como una mecha que prendes y no hay nada que la pueda extinguir.
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂
Que bonita reseña, gracias por recapitular este análisis tan descriptivo.
Nos vemos por la tarde.
Gracias por leerme Alejandro!! Nos vemso en la tarde! 🙂
Wow !! Gina me trasladaste a vivir otra vez esta increible experiencia. Yo por mi parte regrese con la bateria bien cargada, muy contento de ver como Dios pone a cada quien donde nos corresponde, fuimos un grupo de familias que no nos conociamos y llegamos a formar una sola familiota llena de Amor y de sorpresas y regalos ( como nos dijo Mariane ) que se fueron manifestando conforme transcurria la semana. Se me paso super rapido la Mision. Y como dices, hay que darle seguimiento misionando todos los dias en nuestros quehaceres diarios. Les mando un abrazo a todos mis familiares de Monahans 2017 !!!
Toto
Que lindas palabras Toto! Gracias por tu ejemplo.
Me encanto gracias por compartir con el mundo la experiencia hermosisima e inolvidable que es ir de misiones
Gracias a ti por todo compañera Misionera!
Dios les permita seguir haciendo esta obra de AMOR por El. Solamente el que sirve puede comprender un poco cuanto nos quiere Dios. VIVA CRISTO!!!!
Gina me encantó tu reseña! En efecto fue una experiencia inolvidable donde cada uno nos llevamos una enseñanza y vivimos en carne propia el amor de Dios.
Yo le doy gracias a Dios que los conocí. No se equivoca!! …. era la mediaaa nooocheeee… jajajajaja!!!
Que chido Gina!! Primero Dios y nos iremos a misionar el próximo año
Asi es Mel.. Ya veras que si!! Gracias por leerme