Cuando manejo por toda la ciudad de San Diego, ya sea trabajando ó por quehaceres del diario, voy leyendo los nombres de las calles.
Trato de no usar mucho el GPS (me choca por muchos motivos). He descubierto que si uno se fía en un navegador de satélite para manejar en la ciudad, nunca la conoces a la perfección, además que dependes de tu celular ó de buena señal para que funcione.
Me gusta leer calles. ¿Porqué? Porque son repetitivas. Es decir, hay calles en San Diego que llevan el nombre igual a las calles de otras ciudades que he vivido.
Cuando leo una calle que coincide con el nombre de una calle de otra ciudad, las comparo. Trato de ver las diferencias, las similitudes.
Es un juego tonto, tal vez, pero a veces uno tiene que recurrir a ciertas tonterías mentales para no perder el equilibrio de lo que es vivir en el presente y dejar ir el pasado. (Y tambien para sobrevivir el andar todo el día en la calle)
La semana se me fue muy de prisa. Ando muy distraída en el trabajo, pendientes con solución fácil pero se requiere de mi total atención. No tuve tiempo de pensar en un buen tema para este blog.
No quise escribir del Huracán Rosa que terminó en nada y Mexicali se salvó.. ni de cómo se puso triste la población de que no lloviera mucho. (es muy chistosa la gente).
Un abrazo especial al puerto de San Felipe, BC por las inundaciones provocadas por esta tormenta tropical..
No quiero tampoco escribir de las burlas a un gobierno que todavía no comienza sus labores y ya lo tienen acribillado. ¡Qué inconformes somos los mexicanos!
(Aunque les confieso que los memes me dan risa).
¡Es a veces difícil tomar la decisión de qué escribir!
Paseando por las calles y yo leyéndolas todas, llegué a la conclusión que no tiene nada de malo que mi blog sea de nada en especial. No le pasa nada al blog ni a mi capacidad de escribir si este miércoles no quiero publicar algo polémico ó de reflexión. No hay una ley que me exija hacerlo, sólo mi ego que se molesta.
¿Porqué razón no puedo escribir de algo de cero valor?
Escribir de las calles no tiene mucha ciencia ni peso psicológico. Hoy quise escribir de las calles y sus nombres que me traen recuerdos de mi pasado. jajajaja
Pero al estar escribiendo de esto, comienzo a sentir la presión de que no estoy aprovechando este monitor en blanco para llenarlo de letras que puedan disfrutar (aunque lo hagan desde el baño como mi amiga la Ross).
No quiero insultar este ‘canvas en blanco’ escribiendo de cosas nulas.
Quise meditar un poco acerca del porqué nos presionamos sin querer.
Ese sentimiento ‘ególatra’ de querer sobresalir en todo. No me mal interpreten. Eso no es malo, pero si se convierte en obsesión puede ser contraproducente.
Nos presionamos porque todos los días, todo el mundo está publicando frases motivadoras. Ya había escrito de esto en otro blog. La presión de tener que sonreír, de andar bonita, de no agachar la cabeza, de hacer que el día cuente, aprovechar el tiempo, hacer algo de provecho con tu vida, etc.
¿Saben qué?
No pasa nada si un día no hacemos nada más que ver los nombres de las calles.
No pasa nada si lo único que hiciste un día fue despertar y comerte un cereal viendo Netflix.
No pasa nada si un día no vas al gym ó te comes el chocolate entero.
No pasa nada si un día anduviste muy enojado con todo.
No debemos presionarnos tanto. Nos exigimos mucho a nosotros mismos y muchas veces, con no morirte vale como buen día.
Las frases motivadoras sirven mucho y me encantan. Me han salvado de pensar negativamente y me han recordado de ser positiva.
Pues, perdón Charly Chaplin, pero un día sin sonreír no es día perdido. Es día vivido porque para saborear la felicidad es necesario experimentar la tristeza, asi que PPPFFFHHTTTTTT!!
Ok, tal vez si nunca lo intentas entonces SIEMPRE es imposible. Pero tenemos que aceptar que hay cosas que no serán posibles para nosotros. Debemos de estar coherentes y saber aceptar que hay cosas que son para nosotros y otras son para otras personas. Pero eso es lo maravilloso de todo, nos hace diferentes e individuales. Y cada quien forma esta sociedad y contribuye con algo auténtico.. Aceptémos lo que nos toca y dejemos ir lo que no es para nosotros.
No, sobrevivir es parte de vivir. Hay momentos que uno no quiere que sean eternos y sólo hacemos lo posible por sobrevivirlo y que pase. Que deje de ser. Hay días para sólo sobrevivir una enfermedad (propia ó de seres queridos), situaciones económicas difíciles, traiciones de amistades, desamores, muertes cercanas. Esta frase es linda pero no tiene nada de malo si no disfrutas cada momento y sólo lo sobrevives.
Así que creo que sobreviví otro miércoles, con un blog de nada más que decirles que los nombres de las calles se repiten en cada ciudad pero que no pasa nada. Espero que me perdonan mis lectores.
Vamos a ser más agusto, menos exigentes con el mundo a nuestro alrededor pero sobre todo, menos exigentes con nosotros mismos.
Y tengamos más días como este blog, de absolutamente nada.
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂
Me encantó!! No hay ninguna necesidad de complicarse la vida 😘
te extraño.. cuando vienes a san diegoooo???