Procrastinar

Me da risa esta palabra porque es un verbo que jamás digo pero lo practico cada vez más y más. No siempre soy así pero últimamente me pasa.

Procastrinar: significa ‘dejar para mañana’.

Suelo ser muy organizada en todo. Si no lo hago, al menos en mi cabeza tengo una idea de la secuencia que van a tener algunas cosas, desde mi negocio de bienes raíces hasta qué voy a cocinar en la semana. Mi cerebro es un calendario que manejo a la perfección… (aunque ya se me andan olvidando unas cosas y tengo que usar mi libretita y pluma).

Procrastinar: “todo dejan a última hora”; “hasta que ya no hay más tiempo se ponen las pilas”; “todo para el final”; “aplazar hasta otro día”. Ugh. Todos lo hemos hecho.

Quizá pienses que procrastinar se deba a que se es flojo (holgazanería, dirían los que hablan bien este idioma). Pero no, no es flojera ni holgazanería. Descubrí en unos libros que el procrastinar es un problema emocional.

Estudié en la prepa etimologías grecolatinas y creo que eso me ha ayudado a mi a entender las palabras y enamorarme de ellas. Rápidamente busqué la raíz de donde viene la palabra PROCRASTINAR. En latín viene de “pro hacia – crastinus mañana” “postergar hasta mañana”, lo cual todos sabemos que es su verdadero signficado. Sin embargo, si nos vamos al griego, viene de “akrasia“, que no es más que atentar contra nuestro mejor juicio (o sea, hacer algo que sabemos que no es correcto de manera voluntaria).

Dejar las cosas hasta el último momento obviamente no es bueno y lo peor del caso es que ¡lo sabemos! Sabemos que esa tarea se tiene que entregar; sabemos que esa orden se tiene que enviar; sabemos que esa licencia se tiene que renovar; sabemos que la renta se tiene que pagar; etc.

Sabemos que si no lo hacemos algo negativo nos sucede pero de todos modos, no lo hacemos (sino hasta que ya de plano no hay de otra).

Procrastinar se ha vuelto el verbo favorito de los niños y jóvenes que han tenido que estudiar de manera virtual sin un maestro frente a ellos. Se ha perdido la emoción de ir a la escuela y aprender en grupo, rodeado de amigos y presumiendo la mochila y plumitas de colores nueva.

Aburrimiento, ansiedad, inseguridad, frustración, resentimiento… todo esto ha traído el 2020 y su encierro a tantas personas, en especial a todos los estudiantes de todas las edades. Al mismo tiempo se ha creado un círculo vicioso entre maestros y alumnos y entre alumnos y padres de familia. La maestra misma ha de procrastinar en dar una lección, el alumno hasta el último momento comienza a hacer un trabajo y los padres de familia no se atreven a ver cómo van los niños porque saben que nada en este año escolar es normal.

Tengo días tratando de decifrar porque en lo personal no me alcanzan las horas del día. De hecho se lo he comentado a nuestro mentor de negocios Sr. Luis Molina que necesito (necesitamos) un buen manejo del tiempo. Nos ha dado herramientas en las cuales ennumeras las prioridades y ha sido de mucha utilidad.

Lo que ahora estoy descubriendo es que no es que no maneje bien mis tiempos sino que no he podido manejar bien mis emociones en cuanto a muchas cosas y eso me desequilibra todo plan de acción.

Mi conclusión para este blog, el cual estoy escribiendo a última hora del martes, es que el procrastinar me brinda a mi (hablo de mi punto de vista) una satisfacción inmediata.

Tratando de balancear mi pluma en mi nariz,
en lugar de escribir este blog

Por ejemplo: Tengo que dedicarme todo un día a acomodar mi closet y guardar toda la ropa de invierno y dejar la ropa de primavera y verano. Es algo que tengo que hacer y me da la verdad mucha flojera. Pero mucha.

Voy al closet, entro en el y me siento en la alfombra. Acomodo 3 pares de zapatos, me paro, apago la luz y cierro la puerta. Suspendo la tarea aburrida y eso me trae un consuelo y una satisfacción inmediata. Se siente muy bien decir “a la fregada, no lo quiero hacer”. Sé que lo voy a hacer porque uno de estos días me voy a levantar a eso nada mas, siempre es así.

Así hay días, semanas, meses, en los cuales son muy pocas las cosas que te gusta hacer. Luego se pasa y todo vuelve a la normalidad. Realmente el procrastinar es un círculo vicioso.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂

One thought on “Procrastinar

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