Ví la película BLADE RUNNER, el thriller del futuro que se lanzó en 1982. Harrison Ford muy joven en el papel principal donde se pelean humanos contra robots (que confundes con humanos). La trama se lleva a cabo en la ciudad de Los Angeles, en el futuro (Noviembre 2019).
La ví con mi hijo el Coco, porque tiene un poster donde te dicen las 100 películas que debes de ver en tu vida y BLADE RUNNER era una de ellas. Yo nunca la ví de niña (no soy fan de películas del futuro) así que ese viernes nos pusimos a verla los dos.
Más que la trama y la fotografía (para los años 80), lo que nos impresionó fue la percepción que tenía la humanidad para nuestro mundo (40 años hacia el futuro).
Ver la ciudad de Los Angeles llena de rascacielos oscuros y con formas raras, ver autos volando en lugar del tráfico actual y ver el basurero en los barrios chinos me pusieron a pensar mucho.
Noviembre 2019 fue hace dos años y nada que ver como lo pintaban que sería.
¡Cuánta imaginación y fe en la humanidad tenían los productores y directores de esta película!
Pues sí, quizá las mismas expectativas que cada uno de nosotros teníamos para el futuro.
Hace 40 años yo tenía 9 años.
Estaba en quinto de primaria porque iba adelantada en la escuela. Mr. Powers era mi maestro de 5th grade en el Sacred Heart School (Sagrado Corazón en Nogales, Arizona).
Puedo decirles que ese maestro ha sido clave en mi educación. Era la primera vez que teníamos un maestro hombre y fue un cambio total en mi. El me enseñó la importancia de los números y el algebra. Se salía del plan orginal de educación y nos daba algebra avanzada. Lo curioso era que lo lográbamos comprender.
9 años y el mundo que me esperaba se me hacía tan grande y tan generoso.
Hace 40 años, al igual que los directores y productores de BLADE RUNNER, yo tambien veía a mi persona como esa ciudad avanzada y llena de logros.
En mi opinión, si vas a hacer una película del futuro, ponla a miles de años hacia adelante de tal manera que no logremos comparar y juzgar los que nos toca vivir las dos epocas.
La humanidad tenía mucha expectativa para el mundo tecnológico. No me mal interpreten, los avances en la ciencia y en la tecnología son increíbles pero al mismo tiempo hay cosas que nomás no han cambiado.
- Siguen las guerras en el medio oriente
- Todavía siguen las mujeres luchando por una igualdad
- En lugar de carros voladores, estamos peleando sobre el lenguaje de inclusión lo cual lo único que hace es retrasarnos como comunidad.
- Seguimos haciendo muchas cosas “a la antigua”, sin avances tecnológicos.
¿Qué nos pasó en esos cuarenta años? ¿Porque no estamos al nivel de la civilización que se creía que íbamos a estar?
Sí, desde que yo lo recuerdo, las expectativas del futuro superan mi realidad. A los nueve años yo estaba convencida que había venido a este mundo a marcar una diferencia, a hacer que valiera la pena la vida. Siempre tenía la mente llena de palabras que de alguna manera tenía que sacar. Hablando, chateando, escribiendo este blog.
Mis expectativas tambien eran de volar alto.
Al ver BLADE RUNNER me indentifiqué con los creadores de la película. “Le exageraron” a lo que esperaban que sería todo.
Parece mucho tiempo de 1982 a estas fechas.
A mi me dió miedo de que no alcanza el tiempo si no lo aprovechamos.

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂