¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que todo te indica que SI pero hay algo muy dentro de ti que te dice que NO?
Yo creo que todos hemos pasado por allí. La situación es perfecta, todos nos dicen que SI, el tiempo es el indicado… pero algo muy dentro de ti te dice NO.
Tal vez sea de las cosas más difíciles que tiene que hacer un ser humano: ir en contra de todos porque tienes algo que te dice que no debe de ser.
Este sentimiento que nos surge en el momento menos pensado se llama INTUICION, que no es más que el conocimiento, comprensión ó percepción de algo, sin la intervención de la razón.

“Una corazonada”, dicen las tías.
“Me late”.
“Algo me dice que no”
“No me cuadra”
“No me llena al 100”
Muchos nos dicen románticamente que la intuición es cuando el alma nos habla y nos previene porque sabe que nuestro cerebro está a punto de cometer un error.
Lo que nunca nos dijeron es que muchas veces esa intuición se puede entrenar y casi puede convertirse en un razonamiento tal. Aprendes a leer tus propios sentimientos.
Yo me acuerdo que cuando tenía exámenes en la escuela, la primer respuesta que creía correcta era la que escribía. Sobre todo en esas preguntas que eran capciosas y dudaba de la respuesta. Mi intuición era la primera en responder cuando no me sabía la respuesta por razón.
¿Te acuerdas qué pasaba cuando volvías a leer tus respuestas antes de entregarlo al profesor? Cambiabas la respuesta por otra y en un gran porcentaje con esto te equivocabas.
“Chin, ¿para qué la cambié?”… (tuve muchas de esas)
La intuición es algo que podemos aprender a desarrollar mediante la meditación para poder lograr conectarnos con nuestro subconsciente que nunca escuchamos porque estamos demasiado distraídos con tantas cosas durante el día.
La intuición la podemos mejorar si nos ponemos a pensar con lógica y algunos otros pasos como:
- Ver hacia el pasado con mucho detalle. Recordar si alguna vez hemos pasado algo similar ó alguien ha pasado por algo similar para tomar una cierta estadística. Ver bien qué cosas ignoramos en una toma de decisión pasada y ponernos en la figuración de “¿qué hubiera pasado si en lugar de x hubiera escogido y?”
- Preguntar a los demás, como encuesta. Esto puede servir como un ‘descanso emocional’ a la presión que tengamos de tener que tomar una decisión. Aunque decidas en contra de todos, el hecho de escuchar otras opiniones te hace a ti más lúcido para escuchar a tu alma.
- Simula en tu cabeza que ya tomaste una decisión. ¿Realmente estás convencido ó existe una duda? Las emociones juegan un papel importante aquí.
- Medita, eliminando todo ruido que pueda rodear tu mente. A veces el momento brillante de inspiración llega en la regadera, caminando (en mi caso yo pienso mucho cuando camino a mi perrita) y últimamente, ya para dormirme, mi alma me dice lo que piensa.
Así que ya lo saben, cuando se sientan presionados para tomar una decisión escuchen muy bien lo que su alma les está dictando.
No importa que les tengan que decir a todos, “O sea SI, pero NO”.
Preferible a despues tener que lamentarse diciendo “Le hubiera hecho caso a mi sexto sentido”.
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂
