He tenido muchos encuentros conmigo misma estos días de encierro. A pesar de seguir trabajando desde casa, mi mente está mucho más sensible que de costumbre.
Se acercaba el fin de mes y no tenía mucho material para entregar a la publicación de la revista Gente Bonita Magazine (donde colaboro).
Se acercaba otro Miércoles para publicar este blog y no tenía definido de qué les iba a hablar.
En estos días he recibido muchas críticas, a veces disfrazadas de consejos pero que mi cerebro sabe deshebrar y tomar el verdadero significado de lo que me han dicho.
Borré a algunos de mis redes sociales porque nunca aportan nada especial y no son parte escencial de mi vida. A otros los bloqueé porque me sentí atacada ó incómoda con sus amistades. No pasa nada. Si no están, no están y ya.
Mis hijos tambien me hicieron la observación que todo lo que ponía en mis redes sociales era muy positivo y que no estaba balanceado con lo que en realidad estaba sintiendo esta semana.
Creo que esta fue la crítica que más me dolió, aunque lo hicieron porque me quieren mucho. De todos modos me les puse triste para que vieran que es mejor mi lado positivo que mi lado negativo.
Estoy cansada esta semana. No físicamente (bueno, tal vez este resfriadito me tiene así), pero cansada mentalmente de tanta información.
Hay días, como hoy, que quisiera hacer todo lo contrario a lo que hago diario.
Hoy quise hacer lo contrario a escribir.
Busqué una palabra que describiera lo que es lo contrario a escribir y encontré tantas cosas que decidí escribir de eso (pffhtt, la contradicción).
Estas palabras significan ‘lo contrario a escribir’: (segun WORDHIPPO), pero obviamente con su debida explicación.
- repasar (En lugar de poner en papel lo que quieres aprender, lo repasas)
- estudiar (Lo aprendes, no solo lo escribes)
- tachar (Es eliminar lo escrito)
- borrar (Eliminar, hacer desaparecer lo escrito)
- ignorar (No ponerlo en texto)
- omitir (Dejar algo en blanco es lo contrario a llenarlo)
- copiar (No es original)
- plagiar (Robar lo escrito y usarlo como propio)
- piratear (Copiar palabra por palabra sin ser nuestra inspiración)
- llamar (Para hoy en día, en lugar de escribir, llama por teléfono, es lo contrario)
- conversar (Habla viendo a los ojos y no a una pantalla)
- destruir (cuando se agrega texto a lo escrito, destruye lo original)
- callar (no decir por escrito algo)
- hablar (comunicarse con voz y no con papel)
- editar (cambiar lo original)
- negar (en un documento, el no firmar es decir no)
- memorizar (aprenderlo de memoria sin necesidad de escribir)
- cancelar (no firmar un documento se cancela la transacción)
- anular (no firmar un documento se anula)
Y así, toda una tarde encerrada en mi casa pude leer las maneras tan comunes que escribir puede ser algo contrario a todo lo que hacemos todos los días.
De todas estas palabras, hay una que quisiera hacer.
Hoy, contrario a escribirles, quisiera leerlos.
(Ahora si podemos decirle a Joaquin Sabina que el mes de abril nos lo robará el Covid19)
NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂