Bendiciones contadas

Cuando uno dice que puede contar las bendiciones no es porque tenga pocas sino porque son todas importantes y llevamos un buen conteo.

En lo personal creo que soy muy bendecida aunque todos los días trato de ver que tengo mal en mi vida (nomás por hobby).

Dentro de mis bendiciones están las siguientes:

  • Mi salud, que a pesar de andar toreando el COVID19, sigo intacta y llena de vida. (Mi familia entera ha sido muy bendecida tambien)
  • La imaginación con la que nací y que nunca deja de existir. Mi mente es tan rara y especial que pocos la entienden.
  • Agradezco al cielo por rodearme de gente que me sabe leer sin juzgar. Me busca por mi y nada mas.
  • Es una bendición muy personal vivir tan cerca del Océano Pacífico. Muchos no lo saben pero ha sido una meta la mía llegar hasta donde estoy. Y eso me da las fuerzas para impulsarme a otra meta porque se que sí se puede.
  • Estoy bendecida porque vivo en el tercer piso de unos departamentos. No, no es tragedia tener que subir tantas escaleras para llegar a mi casa, sino al contrario. Cada escalera que subo y bajo mantiene en forma a mi corazón
  • Benditas redes sociales y el internet que acortan distancias
  • Ya no me importa el “qué dirán”
  • Me gusta estar sola aunque extraño muchas veces que me tomen de la mano, nomás porque si.
  • Schitts Creek
  • Mi perrita Kiara y su fidelidad me hacen sentir bendecida
  • Soy bendecida porque puedo hornear el NY cheesecake mas rico del mundo
  • Me encontré un chicle motita morado (que son muy escasos) y me recordó a una de mis personas favoritas
  • Tengo mucho trabajo y eso me hace sentir importante
  • Mi voz, que nadie calla.
  • Mis dedos, que nadie puede parar cuando los pones en un teclado
  • Benditas las botellas de vino que se abren para comenzar historias. Me siento bendecida este año por eso.
  • Soy bendecida porque estoy rodeada de amor. Si tengo enemigos, la verdad ni cuenta.

Lo que quiero decirles, de manera corta porque me imagino que andan muy apurados este día, es que soy bendecida porque tengo la oportunidad de agradecer a cada uno de ustedes lo mucho que hacen por mi todos los días.

Ha habido días en que me siento muy triste y como magia (ó bendición) algo me dicen, alguien me habla, algo leo que cambia mi manera de sentir y todo vuelve a estar lindo. Estoy segura que a muchos de ustedes les ha pasado.

Para terminar sólo quiero decirles GRACIAS por continuar en este blog. Lo mismo que me cuesta a mi escribirlo semanalmente de manera religiosa es lo que les cuesta a ustedes leerlo sin ninguna obligación mas que porque quieren saber que nuevo tengo que contarles.

Les mando un abrazo y aprovechando la semana de DAR GRACIAS, pues GRACIAS…

NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂

Agradezco

Mi blog de esta semana tal vez sea un ‘cliché‘ porque escribo sobre dar gracias por aquello que los que vivimos en la frontera ó en los Estados Unidos celebramos cada 3er jueves de noviembre: el Thanksgiving Day.

Muchos dicen que es una fiesta inventada por los norteamericanos para suavizar la relación entre los ‘peregrinos’ que llegaron en el barco MAYFLOWER y los nativos indios de las américas (que al final de la historia fueron arrebatados de sus tierras, costumbres y tradiciones).

(Ok, no voy a politizar ni hacer de este blog una clase de historia).

Quiero que al leer este blog reflexionen junto conmigo y agradezcan (a la fé que crean, a Dios, al Universo, etc) lo que tenemos. Tómate un momento para enlistar y dar gracias por las bendiciones y los problemas que tenemos. (Los problemas se agradecen porque sin ellos no aprendemos ni crecemos).

  • Agradezco primeramente que este 2018 estuvimos muy unidos mis hijos y yo con mi mamá, hermana, cuñado y sobrinos. En especial porque hemos ido llevando bien una prueba grandísima con la salud de mi sobrino. Siempre avanzando, siempre positivos, siempre llorando cuando los niños no nos ven, siempre con una fé de que todo saldrá bien. Agradezco haber estado en San Diego, cerca de mi hermana y sobrino para ayudarlos en lo que haya podido. Me sentí bendecida de vivir en esta ciudad y ahora entiendo porque estoy aquí.
  • Agradezco que no tengo que andar caminando por países ajenos con mis hijos, sin saber qué voy a comer esa noche ni qué será de mi futuro. Pagados ó no, acarreados ó no, con fines políticos ó no,  las caravanas de centroamericanos son víctimas de sistemas viciosos de control y poder. Seamos más empáticos con ellos.
  • Agradezco que tengo un techo (aunque no es mío el departamento, tengo para pagar la renta), tengo tambien una cama calientita con sábanas limpias que huelen a suavizante rico. Siempre que me meto a mi cama despues de un día cansado doy gracias a Dios por mi camita, muchas veces mi refugio y dónde me siento más segura en mis días con mucho stress. Literalmente mi cama es como un escudo y siento que nadie me puede dañar si no salgo de ella.
  • Agradezco que sin pensarlo decidí aceptar a Kiara, nuestra Yorkie hermosa que me enternece todos los días con su amor tan incondicional. Se siente muy lindo ser lo máximo para alguien, aunque sea una perrita bebé. La verdad creo que nunca antes tuvimos perrito porque no existía la Princess Kiara. No había nacido nuestra perrita hasta este año.
  • Agradezco mi trabajo, aunque ha sido mucho más difícil en todos los aspectos, he aprendido mucho, en especial he conocido tanta gente que vive con la esperanza de comprar una casa ó venderla. La satisfacción de yo poder ser parte de lograr sus sueños me recuerdan el porqué es bonito éste trabajo de bienes raíces (porque tambien hay muchos tiburones, geeeeez!)
  • Agradezco que me tengo que poner a dieta porque eso quiere decir que he disfrutado de los placeres de la comida y sobre todo he conocido en este año todas las cervezas artesanales de la región. He vivido experiencias culinarias de primer mundo.
  • Doy gracias por la gente que sigue en mi vida, nos veamos seguido ó no, platiquemos diario ó no, pero siguen al pié del cañón.
  • Agradezco a mis nuevas amigas (aunque las conozco de toda la vida) con las que he coincidido aquí en San Diego y han servido de terapia semanal (sobre todo los lúnes)
  • Agradezco a todos los que leen este blog, desde dónde sea. Haciendo fila, en la mañana tomando café, en el baño (como la Ross y la gran mayoría de lectores). Me impulsan a seguir escribiendo lo que pienso y de alguna manera nos conectemos aunque sea de manera virtual. (Un saludo especial a todos los colombianos que siguen mi blog. 🙂 Colombia es el país sudamericano que más me lee “¡Puya al burro!”)
  • Agradezco mis redes sociales que me acercan a mis seres queridos. Agradezco sus fotos y sus historias. Sus memes y sus chistes. Me encanta saber de cada uno (aunque algunos me bloquean de ciertas cosas, jejejeje). Me gusta ver el avance de sus proyectos, de sus embarazos, de nuevas parejas, de nuevos retos. Me acercan las redes sociales en los momentos de miedo y de luto. Sin Facebook, mi vida sería tan diferente. Recordaría a la mayoría nomás como conocidos de un pasado. No platicaría con la gente nueva presente en mi vida ni hubieran iluminado mi caminar en momentos muy difíciles.
  • Agradezco esa inspiración que me tiene escribiendo lo que no me había atrevido antes escribir. Mercí beaucoup 😉 .
  • Agradezco mis achaques porque gracias a ellos voy a hacer cita a fin de año con el doctor para que vea que anda mal. (Me choca ir porque es como cuando llevas el carro al taller y TODO le tienes que arreglar o se te desviela, ugh!)
  • Agradezco que existe NETFLIX porque se ha convertido en el pasatiempo sagrado con mis hijos viendo series de todo tipo sin celulares. Los 3 juntos viendo la televisión y ya.
  • Agradezco que debo tomar vino tinto para mantener mi presión arterial normal.
  • Doy gracias por las velas con olores,    el papel de aluminio,   el sacacorchos,   los bras sin varilla,   el aceite de bergamota,   la vitamina B12,   el jabón liquido con olor a coco,   los cargadores para carros,   las luces de bengala,   el Océano Pacífico porque es mi amante,   la Dollar Tree,   el café de la mañana,   las engrapadoras, todo lo que venden en Lowe’s,   el Tajín,   el lápiz labial rojo sangre,   mis 6 sentidos, la ropa de color negro,   la trova que nunca pasa de moda,   los aguacates en su punto,   las comidas en casa de mis tíos,   mi familia toda,   la secadora de ropa,   el Whatsapp y sus grupos tan chistosos,   el happy hour en los restaurants,   el chocolate Hershey, los mensajes de buenos días y los de buenas noches y la ilusión de lo que se acerca en mi futuro.

Gracias de nuevo por leerme. Me motivan siempre.

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NOS VEMOS EL PROXIMO MIERCOLES 🙂